Aquí tienes una lista de formas de sabotear tu próxima canción durante el proceso de composición o de grabación.
1. Largas introducciones — ¿Nunca has oído el dicho, “no nos aburras, ve directo al estribillo”? ¡Es música POP, no ópera! No necesitas una obertura. Si tu intro dura más de 15 segundos, más vale que sea endiabladamente interesante.
2. Hacer la canción demasiado difícil de interpretar — Porque así es como lo compuse no es una buena razón para seguir tocando una canción de una manera determinada si resulta que sencillamente no funciona. Busca el tono correcto para que el cantante llegue a todas las notas cómodamente. Encuentra el tempo adecuado para que el batería pueda mantenerlo. Quita esos extraños voicings jazzeros si tu guitarrista solo puede tocar acordes con cejilla. O haces esos cambios o buscas una banda diferente.
Nota sobre el cambio de tono de una canción: Si transponer es demasiado difícil para ti como instrumentista, simplemente dale al botón de “transposición” de tu teclado o usa un capo en tu guitarra. Vale la pena.
3. Mal sonido — El sonido Lo-fi PUEDE ser encantador, pero eso es una excepción a la regla. Asegúrate de captar la señal de la mayor calidad y de que cada instrumento que crea esa señal también suena bien.
4. Canciones con formas que despistan al oyente — En la mayoría de la música, el placer radica en torno a la tensión y la liberación. Para conseguir un efecto de sorpresa, antes has de establecer la familiaridad. Si tu canción desafía las estructuras tradicionales de una canción, o cambia la instrumentación cada 30 segundos, o nunca repite ninguna parte de la letra, probablemente confundirás a mucha gente, y no de forma positiva.
A la inversa, si tu canción es sobre todo repetitiva y nunca sale de lo que es familiar, se convertirá en un festival sonoro de la siesta.
5. Cambios extraños — Quizá TÚ te aburres ya de tu canción, pero nadie más la ha escuchado todavía. No necesitas echarnos encima todas las moderneces y estropear el momento. Escucha hacia el minuto 1:50 de ESTA , por lo demás, pegadiza canción.
Exacto, no hagas eso.
6. Seguir demasiado fielmente las tendencias — Si intentas copiar algo que es muy popular ahora mismo, para cuando tu álbum se grabe, mezcle, fabrique y distribuya, tu sonido estará ya pasado.
Además ¿no estás harto de todas esas bandas a lo Mumford & Sons? Todo el mundo estará harto de TI también – antes incluso de que tu música se publique.
Aparte de que, si usas los mismos trucos de composición, instrumentación y técnicas de producción que todo el mundo, vas a ponerle fecha a tu música inmediatamente. Un día, escucharás de nuevo tu canción y dirás, “wow, eso era totalmente 2014, ¿eh? ¡Es terrible!”
Advertencia: los peores ejemplos de esto son las bandas que empiezan a imitar… A SÍ MISMOS. Si tienes una canción de éxito, intenta mejorarla, no recrearla.
7. No se vislumbra el final — “Bohemian Rhapsody” es una gran canción. Nunca vas a escribir nada la mitad de brillante. Así que deberías limitarte a escribir canciones la mitad de largas. Si vas más allá de los cinco minutos, debes hacerte algunas preguntas serias. ¿Es necesaria esa tercera repetición del estribillo? ¿Necesito el segundo solo de guitarra? ¿Necesito la decimosegunda estrofa (sí, lo sé, Dylan lo hizo, pero tampoco eres Dylan)? ¿Necesito rematar la coda final durante otros dos minutos? La respuesta a todas estas preguntas es casi con toda seguridad “NO”.
8. Falta de exigencia — No tengas prisa por grabar. Practica, practica, practica. Y una vez en el estudio, no te quedes con tomas malas solo porque el reloj avanza. A nadie más le importa si trabajas con un presupuesto limitado, o bajo presión o con restricciones de tiempo. Lo único que oirán es una sección rítmica horrible, las notas fallidas en el solo, y el zumbido de los amplificadores.
9. Letras flojas — Es música pop. Nadie espera Shakespeare. Pero, vamos… ¡INTÉNTALO un poco!¿Tus letras no tienen sentido, pero no a la manera atractiva de los Talking Heads? ¡Esfuérzate! ¿Te quedas con los primeros versos que te vienen a la cabeza? ¡Esfuérzate más! ¿Te apoyas en clichés? ¡Esfuérzate más! ¿Esperas que los Uuuuuh, oooo y aaa-aaa de tus coros expresen toda la emoción que necesita la canción? ¡Diablos, esfuérzate más!!
10. Seguir las reglas – Hay canciones por ahí que amo profundamente que rompen estas reglas (incluso la de copiar a otras bandas). Así que, ¿qué sé yo? Olvida la lista y haz lo que sientas que es lo mejor para la canción. Al final tú siempre serás tu peor crítico. Contéstate a ti mismo.
Estoy seguro de que tienes ideas sobre como convertir un hit en algo… que en inglés rima con “hit”. ¿Cuáles son tus cagadas de composición y producción? Cuéntanoslo en la sección de comentarios.