(Artículo escrito por Cameron Mizell y aparecido originalmente en MusicianWages.com)
Ser músico es algo genial. Es casi un crimen que a la gente se le permita ganarse la vida tocando. Pero, como el crimen, la música normalmente no paga. Para conseguir conciertos bien pagados, y seguir obteniéndolos, los músicos necesitan exudar un alto nivel de profesionalidad, lo que a menudo es mucho menos glamuroso que la vida sexy de una estrella del rock. Aunque estas cualidades podrían parecer obvias, te sorprendería saber cuánta prima donna hay por el mundo que no lo tiene claro.
1) Capacidad para seguir bien las instrucciones.
Ya que la mayoría de músicos se ganan la vida tocando para otras personas, tienen que ser buenos haciendo lo que esa gente quiere. Esto suena impreciso, y lo es. Si te contratan para tocar en una boda, escribir un jingle, tocar como acompañante, ser músico de estudio, músico de orquesta en Broadway (o en el teatro local), tienes que ser bueno cumpliendo instrucciones.
Más a menudo de lo que debiera ser, estas instrucciones son comunicadas de forma deficiente por gente que no sabe de música, pero un músico profesional sabe cómo traducir cualquier tipo de indicación rápidamente, sin frustrarse, y hacer feliz al cliente. Otras veces recibes indicaciones rápidas por parte de un director musical que sabe exactamente lo que quiere, y tu capacidad de adaptarte rápidamente es importante. Son instrucciones unidireccionales en las que no hay tiempo para hacer preguntas. Tocar bien en este tipo de entorno te comportará recomendaciones y, consecuentemente, más trabajo.
2) Organización
Resumiendo, lleva una agenda y aprende a controlar la hora. Nada es más frustrante o embarazoso que la falta de puntualidad. En un mundo de grandes músicos subsistiendo con bolos de $50 para llegar a fin de mes, las agendas están a la vez llenas y son erráticas. Todo el mundo está intentando encajar un ensayo antes de dar una clase y luego llegar a un concierto esa misma noche. Pero si no puedes llegar a todo y estar donde debes a tiempo, perderás trabajo. Así de simple,
Además, probablemente tendrás que tener controlado un montón de material. Muchos músicos de acompañamiento tocan en diferentes bandas y tienen que aprender tanto música original de los autores que los contratan como versiones para bodas o eventos corporativos. Almacenar toda esta música en tu cabeza requiere práctica, pero al principio necesitarás aprender a organizarlo. Matt Baldoni, guitarrista freelance de éxito y muy ocupado, escribió un artículo sobre cómo aprender música rápida y eficientemente.
Hay un dicho entre músicos que viene a ser algo así:
Un aficionado practica hasta que le sale bien, un profesional practica hasta que nunca le sale mal.
3) Capacidad de comunicación
Cuando tratas con gente que no sabe nada de música y no mucho más sobre negocios, tienes que ser capaz de liderar la mayor parte de la conversación. Hacer sugerencias, redactar contratos, y saber cómo decir lo que quieres sin ser prepotente o codicioso. Que el orgullo no te impida hacer preguntas.
En el otro extremo del espectro, tratarás con otros músicos. Preséntate en el primer ensayo con la música preparada. Si es tu concierto o eres tú el director musical, que tu música esté escrita correctamente o creada con un programa como Finale o Sibelius. Que la partitura comunique la hora de ruta de la canción claramente (repeticiones, coda, etc.). Si esperas que los otros músicos la aprendan a partir de un CD o MP3, asegúrate de que tienen las grabaciones correctas y están avisados de cualquier cambio de tono o corte que no esté en las grabaciones. Todo esto hará que el primer ensayo fluya lo más suavemente posible.
4) Tocar bien con otros
Esto debería darse por supuesto, pero te sorprenderías. No solo deberías ser capaz de darlo todo tocando, deberías ser capaz de moderarte y tocar lo que esa música requiere. Hablando con estereotipos, los guitarristas son conocidos por subir demasiado el volumen de sus amplis y no callar nunca. Los cantantes se despistan cuando no cantan y se saltan sus entradas. Los baterías tocan demasiado fuerte. Los vientos no se escuchan entre sí y como sección suenan desordenados. Todo esto son principios básicos, pero a veces se pasa por alto.
Aunque es muy importante hacer bien tu solo, es más importante aun encajar bien en el grupo o hacer que el solista suene mejor. Tocar con gusto y en el estilo apropiado te traerá más llamadas que ser capaz de hacer solos veloces.
5) Estar preparado para el trabajo.
Finalmente, la gran diferencia entre un profesional y todos los demás es la preparación. Ocurre lo mismo en todos los campos. A un vendedor profesional se le supone que conoce su producto. Un profesional del marketing se supone que conoce a su público objetivo. Un restaurador profesional se supone que sabe qué producto puede usar para limpiar qué superficie. De igual modo, un músico profesional se supone que se presentará en el concierto con los instrumentos correctos, vestirá adecuadamente, y estará preparado para tocar bien la música. Deja que repita una parte de lo anterior. Un músico profesional viste adecuadamente. Sea cual sea el tipo de concierto, asegúrate de saber cómo vestir. Las chanclas son una mala idea a menos que haya que llevar también una falda polinesia.
Resumiendo, si quieres establecerte como músico profesional, da un paso atrás y evalúa estas cinco cualidades. La música es un campo muy competitivo, y dominar tu instrumento es simplemente el primer paso para ser un músico en activo. Para aquellos que quieren llevar su capacidad a un nivel superior, lo que distingue a los profesionales del resto es lo que pueden hacer más allá de tocar su instrumento.