Cometer errores es usual y humano, pero si quieres parecer un profesional y ofrecer un gran concierto no debes…
- Poner demasiados (o muy malos) teloneros en el cartel
Nadie quiere tener que soportar sentado a tres bandas cutres antes de que comience tu concierto a la 01:00 de la mañana. Los malos teloneros, o demasiados teloneros, se cargan el buen rollo.
- Llegar tarde
Las divas llegan tarde. Los profesionales son puntuales. Los fans odian tener que estar esperando a que la música empiece. Tienen vidas que vivir. Tienen que trabajar por la mañana. Tienen que ponerse al día en Netflix. Sé puntual…
- Saltarte la prueba de sonido
El sonido de directo no es algo que se pueda improvisar o que pueda uno obviar. Haz caso del punto anterior, llega a la sala puntual y ajústalo todo bien.
- Poner a demasiada gente en la lista de invitados
Si tus amigos están ahí para prestar verdadero apoyo a tu música, pueden pagar. No engordes la lista de invitados con docenas de nombres. Además, si tienes un séquito de amigos, tal vez sea un buen momento para ponerlos a currar: hay camisetas que vender, cables que recoger, listas de correo que necesitan ser firmadas.
- Interpretar canciones exactamente como aparecen en el single o el álbum
Si tu concierto no va a diferir en nada de tus grabaciones, ¿qué motivo hay entonces para asistir? Si vas a tocar canciones ya grabadas, asegúrate de que sucede algo nuevo e interesante. Busca transmitir la mayor sensación de «directo» posible.
Como he dicho, estas son cinco maneras habituales de cargarse un concierto. ¿Quieres añadir alguna advertencia más a la lista? Hazlo más abajo en los comentarios.