He sido profesora de canto y productora vocal durante muchos años, y una de las cosas de las que me he dado cuenta al trabajar con cantantes/cantautores es que no suelen dar la misma importancia a una preparación avanzada y especializada de sus voces que la que dan a la composición y producción de sus canciones.

Es fácil creer que, como has compuesto la canción y la has estado cantando a lo largo del proceso de composición y producción, tus voces estarán a punto cuando llegue el momento de grabar. Esto es así hasta cierto grado; estarás preparado. Pero hay una diferencia entre una interpretación “preparada” y una interpretación “sobresaliente”.

Aquí tienes algunos secretos de mi trabajo con cantantes para ayudarles a acceder a esa interpretación sobresaliente.

  1. NO eres un cantante, eres un narrador de historias

De acuerdo con mi experiencia la mayoría de las cosas que confunden a un cantante desaparecen cuando está realmente inmerso en contar la historia de la canción.

Aquí tienes un ejercicio que te ayuda a concectar con las letras a un nivel más profundo y quizá nuevo: léete las letras a ti mismo. Léelas como si fueran una página de un libro e intenta acceder al lugar mental en que estabas cuando las escribiste. Puede ser un reto emocional volver a ese momento, pero suéltate y siente todo lo que inspiró la canción. Es difícil cantar si estás te quedas mudo o superado por la emoción. Pero si haces este ejercicio como preparación, tendrás todas las ventas del acceso a la emoción pura sin el peligro de verte superado por ella una vez estás en el estudio o en el escenario.

Una vez has leído las letras unas cuantas veces y te sientes muy conectado con ellas, contesta estas tres preguntas

* “¿A quién estoy dirgiéndome?”

* “¿Cuál sería la palabra, o las dos palabras, que mejor describe la emoción general que transmiten esas líneas?”

* “Si esto fuera una película, ¿qué acabaría de suceder en la escena que me incita a decir esas palabras en este preciso instante?”

A continuación, utiliza lo que has descubierto para decir las letras en voz alta como si fueras un actor interpretando un monólogo. Cuenta de verdad la historia desde la emoción. Hazlo varias veces y explora el arco emocional. Sé consciente de dónde empiezan y finalizan las frases o los pensamientos en lugar de hacer pausas donde estarían los descansos del ritmo si estuvieras cantando las mismas frases. Tómate tu tiempo. Conecta con la historia que hay tras las palabras. Y luego vuelve a tu música pero no vuelvas a poner el piloto automático de “cantar”. En su lugar, sigue contando la historia.

  1. Que alguien más sea tus orejas

No des por sentado que porque escribiste la canción ya debes saber cuál es la mejor manera de cantarla. Es más, el hecho de que la hayas escrito puede hacer que te sientas tan cercano a ella que no puedes escuchar con juicio imparcial lo que estás haciendo con la canción desde el punto de vista local. Por esto necesitas otro par de orejas.

Necesitas a otra persona, más allá del productor de tu álbum o tus compañeros de banda, alguien cuyos oídos no están acostumbrados a oír la canción una y otra vez, que pueda darte una opinión objetiva de lo que te escuchan hacer.

Si en tu zona tienes acceso a un buen productor vocal o a un maestro de canto, te recomiendo que practiques con él la canción. Si no tienes el acceso, o el dinero, entonces te recomiendo que pidas a uno o dos músicos o cantantes elegidos entre los que son realmente de tu confianza que te escuchen cantar la canción y te den su opinión.

Aquí tienes algunas cosas que quieres que ellos escuchen:

* “¿Suena orgánica y honesta mi interpretación o suena como si me esforzara demasiado?”

* “¿Sonó mi fraseo intuitivo y orgánico o hay momentos en que suena extraño?”

* “¿Te sentiste satisfecho con la parte vocal o hay momentos que sentías como si no fuese lo suficiente lejos para crear intensidad o emoción?”

* “¿Pudiste entender toda la letra?”

  1. Planifica tus respiraciones

Asegúrate de saber exactamente dónde respirarás entre frases y no te salgas de ese plan. Dedica un tiempo a experimentar con respiraciones en diferentes lugares e intenta ver qué es lo que funciona mejor.

Unos trucos para esto:

* No esperes a asfixiarte, el mejor lugar para respirar en una frase en cuando estás “confortablemente sin respiración”.

* No aceleres la respiración esperando a respirar en el último tiempo antes de tu siguiente entrada. Normalmente tienes más tiempo del que piensas, así que entra antes en tu respiración, más lenta y tranquilamente.

* Nunca respires en medio de una palabra a menos que sea una elección estilística personal.

Usa estos trucos para encontrar un plan confortable para tu respiración y a continuación practica la canción siempre con las respiraciones planeadas, de forma que tu cuerpo interiorice esos momentos y se relaje gracias la seguridad que le da esa consistencia.

Una respiración relajada es lo más importante para un cantante (mira mi anterior post “No te tomes un respiro”) porque la calidad de tu inhalación afecta directamente a las frases que la siguen, para bien o para mal. Así que dedica un momento a asegurarte de que sabes exactamente dónde planeas respirar a lo largo de la canción, de forma que no te pille por sorpresa. Tu interpretación y la calidad de tu sonido se beneficiarán de ello.

  1. Practica el calentamiento

Dedica tiempo a un calentamiento vocal antes de cada sesión. Cantar es un esfuerzo físico, no dejes que nadie te diga lo contrario. Como cantante, te apoyas en tu cuerpo igual que lo hace un quarterback de fútbol. Tiene que tener buena técnica en su brazo y su cuerpo para lanzar el balón una y otra vez sin lesionarse. Nunca saltaría a la cancha sin calentar, y tampoco deberías cantar tú sin un calentamiento. Si nunca ha sido lo tuyo ser disciplinado en calentar antes de cantar, no solo te estás arriesgando a un daño físico en tu instrumento, sino que estás perdiendo tiempo (y posiblemente dinero).

Me he encontrado con cantantes que calientan en el camino a una sesión, lo que significa que la primera hora o así de grabación termina sin resultados porque su voz ha estado calentando todo ese tiempo. En vez de eso, empieza a practicar un calentamiento eficaz, siempre, antes de ponerte a cantar, ya sea en el estudio o no. Vale la pena que alguien que necesita su voz para ganarse la vida la trate con el mismo cuidado y respeto que un quarterback su brazo.

Si puedes trabajar con un profesor de voz profesional que te enseñe los ejercicios de calentamiento que mejor se adaptan a tus capacidades técnicas, eso es lo ideal. Usa tu smartphone para grabar el calentamiento en la clase, así puedes llevar contigo los ejercicios y hacerlos en cualquier momento, en cualquier lugar, antes de cantar. Si no tienes la posibilidad o el dinero para trabajar con un profesional y no estás seguro de lo que implica un correcto calentamiento, hay muchos vídeos en YouTube e incluso ahora también hay apps que te pueden ofrecer recomendaciones generales. Aunque te diré que ir por ese camino y empezar la práctica del calentamiento sin la guía inicial de un profesor de voz puede perjudicarte, ya que puedes terminar reforzando sin darte cuenta las malas técnicas en el calentamiento. Al cantar, cuando lo haces bien, debes sentirte bien. Si algo te resulta incómodo, tenso, o te duele mientras estás calentando (o, en general, cantando), es que tu cuerpo que te diciendo que no lo estás haciendo bien y que deberías buscar el consejo de un profesor experto.

  1. Deja de preocuparte

Ya sé, esto es completamente anti-intuitivo. Has dedicado toneladas de sangre, sudor y lágrimas (y seguramente dinero) para llevar tus canciones al punto en que estás listo para grabar las voces… no existe el universo en el que no puedas estar preocupado. Pero en mis años de grabación y trabajo con cantantes he visto que si haces toda la preparación y las prácticas que te llevan hasta la sesión de grabación, todo es mucho más fácil si te dejas llevar por el momento, y entonces es cuando sucede la magia. Algunas de las mejores partes vocales que he producido han llegado en aquellas sesiones en que fui capaz de crear un entorno psicológico en el que el cantante se sentía lo bastante seguro para dejar que sus precauciones y miedos se los llevase el viento y para dejar de microcontrolar cada sonido que salía de su garganta.

Llegar a ello requiere dejar de preocuparse. No te preocupes por un mal sonido (siempre puedes hacer otra toma!). Les digo a mis cantantes que por favor estén dispuestos a emitir un mal sonido, pues de otra forma están reservándose. No estoy proponiendo que abandones tu técnica. Al contrario. Digo que si has hecho bien la preparación, la técnica vocal subyacente estará ahí sin que tengas que pensar en ella, así puedes dejarte llevar y acceder al alma de la canción.

Algunos trucos para ayudarte a soltarte y no preocuparte:

* Haz el trabajo de preparación por adelantado

* Reduce al mínimo el séquito que te acompaña a la sesión vocal. Nadie debería estar en el estudio aparte de ti y tu productor.

* Permítete los malos sonidos. Relaja la presión y abre posibilidades.

* No escuches cada toma. Es más, intenta no escuchar las tomas y confía en tu productor para conseguir lo que él/ella necesita.

* Tómate un momento antes de cada toma para cerrar tus ojos y resituarte en la historia de la canción. Recuerda a quién le estás cantando y míralos frente a ti mientras cantas.

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Espero que estos trucos arrojen algo de luz sobre lo que es importante para un productor vocal y cómo puedes usar este conocimiento para mejorar tus grabaciones. Cuando trabajo con una artista como productor vocal, mi objetivo es ayudarle a acceder a un nivel de compromiso y de vulnerabilidad en su interpretación que no podría conseguir solo y muchas veces ni siquiera sabe que es capaz de conseguir. Es la vulnerabilidad lo que engancha a los oyentes. Es lo que marca la diferencia entre un buen cantante y uno excepcional. Los ejercicios y experimentos que utilizo (como los que he relatado antes) ayudan al artista a romper con sus hábitos y tensiones para llegar a un lugar en el que la interpretación realmente se eleva.


[Artículo escirto por la productora vocal y profesora de canto profesional Arden Kaywin.] Para más información sobre los servicios de Arden, ve a: www.ArdenKaywinVocalStudio.com.