¿Qué es la masterización y por qué la necesito?

¿Qué es el mastering en música?

La masterización es el paso final del proceso de grabación. Durante el mastering se aplica un tratamiento adicional de audio a tu mezcla para corregir frecuencias problemáticas y realzar la musicalidad de tu canción.

Desde que la cinta magnética sustituyó a la grabación directa en disco de vinilo a finales de los 1940s, la masterización de audio se ha convertido en un arte. Pero muchos en la industria musical lo ven todavía como una ciencia oculta. Antes de retirar el velo de su misterio, vamos a definir un término importante.

Un “master” de audio es la versión final de una canción preparada para venta, descarga, streaming, radio o cualquier otra forma de consumo masivo por parte de los oyentes.

El master de audio es lo que se usa para hacer las futuras copias de la grabación. Es lo que se prensa en vinilo o se quema en CD, y lo que usan los servicios digitales como Apple Music y Spotify para codificar los archivos de tu música que publican. Cuando escuchas una canción en streaming, descarga o formato físico, estás escuchando una copia del audio master.

¿Pero cómo obtenemos ese master?

Estos son los pasos por los que una grabación de audio pasa de inicio a fin:

1. Una banda o un artista va al estudio a grabar su música; para simplificar diremos que graban una canción. Si pueden permitírselo, contratan a un productor o técnico que sigue con ellos el proceso de grabación para ayudarles a obtener el sonido deseado, o, si no, se producen ellos mismos la canción. Artista y/o productor deciden qué tomas de la grabación son las mejores y recopilan todas esas pistas.

2. El artista o el productor envía esas pistas al técnico de mezcla. Éste combina las tomas de voces e instrumentos en una canción. Esto es la mezcla. Durante la etapa de mezcla, el técnico sube o baja los niveles de cada pista para que tenga su espacio en la mezcla. Por ejemplo: en el estribillo las voces son protagonistas, así que el volumen de la(s) pista(s) de voz se eleva sobre los instrumentos para reforzar el estribillo. O quizá el bajo está muy fuerte, así que se ajusta para que tenga menos volumen en la mezcla (o quede muy destacado si eres Metallica o… And Justice for All). El técnico habla con el artista mientras trabaja en la mezcla para asegurarse de que aprueba cómo suena.

3. Una vez finalizada la mezcla, llega el último paso: la masterización. La mezcla se pasa a un técnico de masterización (algunos tecnicos de mezcla también hacen mastering) para dar los toques finales. La canción está 99% hecha. El trabajo del técnico de master es escuchar la mezcla final y ajustar el volumen global y, si es necesario, añadir efectos de post-producción o compresión adicional. En el mundo del audio, esto se llama “endulzar” (“sweetening”) la canción. Deja la canción lista para su lanzamiento comercial y la hace más atractiva para los oyentes.

¿Por qué debería masterizar mi música?

Entonces, si tu música está lista en un 99% después de la mezcla, ¿por qué masterizarla? ¿Por qué no publicarla tal cual? La respuesta breve es que todos los artistas serios incluyen la masterización de su música en su plan de lanzamiento. ¿Por qué fue tan arriesgado para Kendrick Lamar publicar su compilación de demos Untitled Unmastered en 2016? Porque los artistas raramente publican música oficialmente sin pasar por el proceso de master.

La masterización da un lustre final a la grabación que tanto te ha costado crear y a la mezcla que conseguiste con el técnico. Pone el sonido de tu grabación al mismo nivel que los millones de canciones disponibles (lo que es realmente importante cuando una de tus canciones se sitúa en una playlist; no querrás que de repente suene más débil o poco clara que el resto).

No masterizar tu música antes del lanzamiento es como trabajar por horas, sin descanso, diseñando y fabricando un bonito coche y luego ponerlo en el escaparate sin pintarlo.

¿Cómo masterizo mi música?

Tradicionalmente, los artistas contratan a un técnico de mastering para este paso final. Como hemos dicho antes, un técnico de mastering toma las mezclas finales de las canciones, aprobadas por el artista, y les aplica su magia.Encontrar un técnico de mastering puede ser tan fácil como preguntar al técnico que mezcló tu música. Podría tener algún técnico de masterización favorito que recomendarte. Incluso el técnico de mezcla puede serlo también de mastering (aunque a muchos no les gusta masterizar sus propias mezclas). Si nada de esto se da, hay muchos estudios de mastering. Haz una búsqueda online y compara tarifas, y no dejes de escuchar algo en lo que esos técnicos hayan trabajado antes para confirmar que te gusta su trabajo. También puedes mirar las notas o los créditos online de canciones que te gustan para ver quién las masterizó.

En los últimos años, la tecnología ha hecho más fácil para los artistas independientes mezclar y masterizar sus propias grabaciones. El software de audio llamado workstation (DAWs) como Pro Tools y Audacity proporciona herramientas para grabar, mezclar y masterizar tu música en casa. ¿Por qué no todos los artistas lo hacen? Porque lleva mucho trabajo aprender cómo realizar todas esas tareas, y más trabajo aún completar tú mismo todos los pasos. Productores, mezcladores y técnicos de mastering siguen teniendo trabajo porque su campo es especializado. La mayoría de artistas solo quieren hacer su música y dejar que otro se preocupe de la brujería tecnológica que está tras los botones y teclados.

¿Cuánto cuesta un técnico de mastering?

Esto varía de un ténico a otro y depende de varias cosas, como qué necesitas que se le haga a la grabación, cuántas canciones masterizas y la duración de estas. Si es solo un “toque” haciendo ajustes menores, puede ir de $50 a $100 dólares por canción. Para servicios completos como ajustar ecualización, volumen, efectos adicionales de postproducción, el costo promedio es de unos $150 dólares por canción. Muchos técnicos de mastering cobran más por canciones de más de 10 minutos, así que, si eres una banda progresiva aficionada a las suites con varias partes, prepárate a pagar más por masterizar esa canción épica de media hora.

Todo esto puede parecer caro, pero piensa que no solo pagas por el oído experto del técnico. Los estudios de mastering tienen equipo de audio de alta gama y están construidos para ser un entorno óptimo para la escucha de música, por lo que el técnico escucha tu mezcla en el mejor equipo posible. Este entorno les permite hacer ajustes precisos que no podrías escuchar si intentaras masterizar en un DAW en tu ordenador. 

¿Puede ayudarme CD Baby a masterizar mi música?

¡Podemos! En mayo de 2019, CD Baby se asoció con CloudBounce para ofrecer mastering automatizado a nuestros artistas. El mastering automatizado no está hecho por una persona en un estudio sino por un programa de computadora. Entonces, si el mastering se ha hecho siempre por una persona real en una sala con miles de dólares en equipos de audio, ¿por qué puede interesar a un artista usar un programa? Primero, porque es mucho más barato.

CloudBounce también te permite a ti, el artista, tener control directo sobre tu master. Aunque CloudBounce usa un algoritmo para leer el archivo que envías, tiene parámetros que el artista puede usar para guiarlo hacia lo que quieren en su master final. El algoritmo del programa usa estos parámetros para ajustar los niveles. Aunque no es una persona manejando botones en una consola carísima, CloudBounce entregará un master listo para distribución y que cumple las especificaciones standard de la industria:

  • 16-bit (o 24-bit si subes un archivo de 24-bit)
  •  44.1 kHz (sample rate)
  •  WAV formato de archivo

Si ya eres artista de CD Baby y buscas masterizar una canción, presiona aquí para ir a esa opción en tu cuenta.

¿Debería contratar un técnico de mastering o usar CloudBounce?

Hay situaciones en que te conviene contratar a un ingeniero para masterizar tu música, y otras en que es mejor el mastering automatizado con CloudBounce.

Recomendamos usar CloudBounce para sencillos, especialmente si eres un nuevo artista y quieres distribuir algunos sencillos para que empiece a sonar tu nombre. Es rápido y tendrás tus canciones a punto para distribuir y empezar a promocionarlas. Si estás contento con los niveles en tu mezcla, CloudBounce equilibrará el sonido y tendrá en cuenta tu sugerencia de estilo musical para hacer ligeras modificaciones. También tendrás tu archivo master mucho más rápido que con un técnico. Si tienes todo lo demás a punto y quieres dar a tu sencillo ese brillo final de producción, CloudBounce puede hacer en unos minutos lo que un técnico puede tardar una semana. Esto puede ser práctico si masterizas una canción solo para referencia en las etapas de creación y mezcla.

Si estás distribuyendo un álbum de larga duración, es muy posible que ya tengas varios sencillos y hayas ahorrado dinero para producir el álbum. No tienes prisa porque ya has pasado tiempo grabando y mezclando tus canciones. Aquí es donde te interesa que un técnico de mastering repase la secuencia de tus canciones por orden y ajuste niveles de cada canción respecto a las demás para que tengan coherencia. 

¿Mi música sonará mejor si la masterizo?

El mastering hará que tu mezcla suene mejor, pero solo si la mezcla ya es buena, y solo si el técnico de mastering es cuidadoso durante el proceso. La regla de oro del mastering de audio es: la masterización no salva una mala mezcla, pero puede arruinar una buena.

Los últimos 20 años de la historia de la música han demostrado que esto ocurre. El renombrado productor Rick Rubin ha estado en el centro de al menos dos casos de alto nivel en que una mezcla pobre ha sido insalvable por el técnico de mastering. Sus mezclas de Californication de Red Hot Chili Peppers en 1999 y Death Magnetic de Metallica en 2008 ya estaban demasiado comprimidas cuando se enviaron a masterizar, el ingeniero Ted Jensen dijo explícitamente que las mezclas del álbum de Metallica estaban “ya enladrilladas antes de llegar” (“enladrillar” es un término entre técnicos de audio para referirse a una mezcla o master que es demasiado fuerte). De igual forma, el álbum de Rush de 2002, Vapor Trails, tuvo una respuesta negativa por parte de fans y crítica por un master demasiado comprimido y distorsionado. En el caso de Rush, no está claro si una mezcla correcta fue arruinada por el mastering o si la mezcla ya estaba demasiado comprimida, pero la banda no quiso correr riesgos y pidió al ingeniero Dave Bottrill que mezclase todo el álbum de nuevo, a partir de las pistas instrumentales originales, en 2013.

¿Qué es la compresión?

La compresión de audio o compresión de rango dinámico es la práctica de reducir la gama dinámica de una grabación. En audio, el rango dinámico se refiere a la relación entre la parte de más volumen de la grabación y la de menos. Cuanto más alto el rango dinámico (DR) de una grabación más drástica es la diferencia entre las partes más fuertes y más débiles.

Quizá has oído el término “Loudness War” (“guerra del loudness” o del volumen) usado como algo negativo en referencia al sonido de una grabación. Se refiere a la tendencia de los técnicos de mastering (e incluso los de mezcla) de incrementar la compresión de rango dinámico a una canción de forma que suena más fuerte que otra de otro técnico competidor que trabaja con otro artista. En los 90 los sellos y artistas empezaron a considerar que sus canciones debían sonar más fuertes que las de otros para atraer oyentes, y empezaron a pedir a los técnicos de mastering que hicieran sonar con más volumen las grabaciones. Los sellos competidores pidieron a su vez a sus ingenieros que sus canciones sonasen aún más fuerte, y así sucesivamente, unos y otros durante más de 20 años. Esto ha resultado en un audio tan comprimido que incluso las partes más tranquilas suenan fuerte, y las partes fuertes lo son aún más. Se han perdido las dinámicas en las grabaciones. Aún peor, la sobre-compresión puede resultar en un fenómeno llamado “clipping” (o saturación) en el procesado de la señal, en el que la parte superior de la onda de audio llega más allá del pico y se “recorta” porque ya no hay nada más allá. El clipping resulta en un sonido fuerte, ruidoso e incluso distorsionado; no es una experiencia óptima para el oyente.

¿Por qué la “guerra del volumen” es mala para la música?

Digámoslo así: si incluso las partes tranquilas de una grabación suenan fuerte, empezamos a perder referencia de lo que es realmente un volumen fuerte. Aunque una grabación más fuerte puede sonar mejor en la primera escucha, cuando “salta” desde los altavoces, muchos ingenieros de audio con experiencia sostienen que la “fatiga del oyente” es algo real. Los oyentes tienden a volver menos a una grabación si es demasiado fuerte, y puede que no sepan por qué. Inconscientemente nuestro cerebro sabe de dinámicas, y las grabaciones con un mayor rango dinámico permanecen y se vuelven a escuchar más veces. En su artículo de opinión en New York Times, hablando de los nominados a los Grammy 2019, Greg Miller dice: “el volumen tiene su lugar, pero a la mayoría nos gusta que la música tenga espacio para respirar, así nuestros tímpanos son cosquilleados constantemente por pequeñas explosiones sónicas”. (Para una auténtica inmersión nerd en la historia de la música grabada, recomiendo el exhaustivo libro de Milner, Perfecting Sound Forever.)

Aunque las canciones con más volumen han tenido éxito a corto plazo, la historia está del lado de las grabaciones dinámicas. El álbum de recopilación de The Eagles, Their Greatest Hits (1971-1975) es aún el disco más vendido en la historia de U.S. y su grabación y masterización es muy dinámica (“crankable”, en argot de audiófilo). Bieber y Khaled pueden ser atractivos a primera vista, pero sus grabaciones son tan altas que tras unas reproducciones tu cerebro te pide que bajes el volumen o pulses “siguiente”.

 ¿Cómo puedo saber si mi master es dinámico?

CloudBounce permite al usuario fijar los valores de rango dinámico antes de subir el archivo. Pero no lo decimos nosotros. Directamente de las FAQ de la web de CloudBounce:

CloudBounce ofrece varias configuraciones alternativas de master a escoger. Esta es una buena manera de ajustar la dinámica y la calidad del sonido global a tus gustos. El mastering debería normalmente ofrecer sutiles cambios que mejoran tu audio a todos los niveles. Nuestro proceso de análisis inteligente de la señal de audio seguirá los matices y estructura de la grabación original. No tenemos intención de limitarnos a aplastar y subir el volumen de tu pista y llamar a eso master.

Así, si la mezcla de tu canción ya es dinámica, CloudBounce no la sobre-comprimirá a menos que lo pidas. ¡Sugerimos dejar mucho espacio en el rango dinámico de tu master y dejar que los oyentes controlen sus botones de volumen!

Si trabajas con un técnico, explícale que te gustaría mantener tu master dinámico. Generalmente un técnico de mastering hará varias versiones de un master y las enviará al artista para que compare. Ten en cuenta que, aunque un master más fuerte puede sonar mejor a primera escucha, si es demasiado fuerte los oyentes pueden fatigarse.

¿Debería hacer diferente master para vinilo, CD o digital?

Si estás publicando un álbum y planeas hacer una edición en vinilo, así como CD o digital, un master diferente es necesario para la versión de vinilo. Esto es porque hay diferencias entre lo que vinilo y CD permiten en cuanto a profundidad de bits, compresión y secuencia de los archivos. Un master para CD debe ser 16-bit. También puede comprimirse cuanto quiera el artista, ya que los CDs tienen más espacio para el volumen que resulta de la compresión.

Dado que fabricar vinilo implica físicamente cortar un analógico de las frecuencias de audio en la superficie del disco, hay un límite en lo que puede aceptar. El vinilo no puede alojar audio distorsionado, así que los archivos muy comprimidos necesitarán ajustarse para prensar vinilo. La mejor especificación del archivo para vinilo es 24-bit y dinámico. Así que si decides vender vinilo, ¡tienes otro motivo para que tu mezcla no esté demasiado comprimida antes del master! El vinilo también difiere en la secuenciación de pistas, ya que hay dos caras en vez de una. Los masters de vinilo normalmente se envían como dos archivos WAV, uno por cara.

Lo digital no está limitado por el espacio físico. Un archivo digital puede ser tan comprimido o dinámico como quieras, y tanto en 16 como en 24-bit. Algunos artistas incluso venden dos versiones digitales de sus canciones en su website o en otro lugar que aloje los dos tipos: una versión standard de 16-bit y una en “alta resolución” de 24-bit. Esos archivos grandes de 24-bit cumplen los requisitos para ser etiquetados “alta definición”.

¿Qué significa Apple Digital Masters?

Apple Digital Masters (antes Mastered for iTunes) es una designación de iTunes Store para discos que cumplen las especificaciones de Apple para ser considerados alta resolución. Los archivos de estos álbumes se masterizan a 24-bit en un estudio aprobado por Apple. Cuando se escuchan en equipo de audio de alta calidad, las canciones masterizadas a 24-bit suenan mejor que las de 16-bit. Esto es porque la “profundidad de bits” es mayor, lo que significa que el archivo contiene más información. Más información resulta en la entrega de más detalle y claridad a los altavoces o auriculares del oyente.

¿Cómo puedo optar a Apple Digital Masters?

Apple enumera en su sitio web los requisitos de los estudios para calificar para Apple Digital Masters. Solo los estudios de masterización aprobados pueden enviar archivos a Apple Digital Masters. Si decides distribuir música a través de este programa necesitarás contratar a un ingeniero de master certificado por Apple.

 


Esperamos que este artículo haya descorrido las cortinas de un área de la industria musical que durante décadas ha estado envuelta en misterio. Con herramientas domésticas como workstations digitales de audio y programas de mastering automatizado como CloudBounce, la tecnología pone más fácil que nunca a los artistas independientes no solo grabar y masterizar su música, sino también entender qué pasa en cada uno de los procesos individuales de todo el recorrido.