(El productor musical independiente Jamie Hill. Foto de Vendela Photography)
El mundo no necesita más de eso que ya tiene
Con toda sinceridad: tengo un paladar sonoro aventurero y de amplio espectro, como productor y también como oyente. Es probablemente una consecuencia de la época en la que crecí. Cuando yo era niño, cada canción que se escuchaba por la radio sonaba muy diferente a las demás.
Esto era emocinante para un niño de 10 años como yo; pasé cientos de horas paralizado frente a la radio, preguntándome exactamente cómo había sido conseguida cada combinación sobrenatural de sonidos. Era alucinante. Cada canción –y por extensión, cada artista– tenía una personalidad distinta y única, como quedaba reflejado a través de su huella sónica.
Aquí va un poco de contexto con respecto a lo que se observa hoy: constantemente veo algo que sucede con los artistas emergentes, con la forma en que se preocupan por emular de manera precisa un estilo particular, un sonido o una paleta de texturas (o, lo peor de todo, a un determinado artista).
Pienso que un montón de compositores muy talentosos se hacen a sí mismos un flaco favor escogiendo esta estrategia, así que yo tengo intención de utilizar hoy mi espacio para animar a los compositores a abrazar un espíritu de osadía sónica, en sus actuaciones en directo y, sobre todo, en sus grabaciones. Ahí va el motivo:
Si otra gente está alcanzando el éxito con cierto sonido, esto significa que tú tienes MENOS oportunidades de triunfar con el mismo sonido, no más.
Hace un par de semanas estaba en una fiesta, y me descubrí a mí mismo sentado en un grupo formado por 5 mujeres singer-songwriters. En L.A. suceden cosas así. Sea com fuere, me acerqué y le pregunté a cada una de ellas cuál era su sonido. Todas las respuestas fueron una variación de «algo del tipo acústico u otro.»
¿Y sabes qué? La mayoría de sus grabaciones, si no todas, nunca serán escuchadas por nadie fuera de su pequeño núcleo de simpatizantes, porque a) todos ellos están haciendo grabaciones de sonido similar, las cuales b) van a sonar como muchas otras grabaciones que ya están en el mercado.
Hay un montón de gente ahora mismo haciendo grabaciones basadas en un sonido acústico: la música basada en un sonido acústico ha sido ciertamente popular en los últimos años. Lo cual significa que el mercado se está saturando de grabaciones que en esencia tienen el mismo sonido.
Está observación no está de ninguna manera limitada a la música acústica. Siempre habrá un mercado para la música acústica. La cuestión es que cuando vas a un concierto y los cuatro artistas suenan básicamente igual, lo que hacen es canibalizar mutuamente sus respectivos mercados. ¿Por qué debería adquirir el EP de cada uno de ellos si suenan básicamente igual? A lo mejor es cosa mía, pero yo siempre estoy buscando aquello que se diferencia del montón. No necesito un disco que suena como un disco que ya tengo.
O, por decirlo de otro modo: si un artista me dice «Mi sonido es como el de Matt Nathanson», mi primer pensamiento es, «¡Oh, tengo que escuchar ese nuevo disco de Matt Nathanson!» Y es que ¿por qué debería yo querer escuchar una copia barata de un artista que ya es popular cuando puedo recurrir a la fuente original?
O por decirlo aún de otra manera: el mundo no necesita otro Matt Nathanson. El mundo ya tiene un Matt Nathanson. Lo que el mundo necesita es tu voz única.
El año pasado estuve trabajando con una banda, y llegamos a esa fase interesante en que ellos intentaban insistir en que querían que una producción EDM muy específica aflorase en sus grabaciones – drops y todo eso – porque «esto es lo que está ahora mismo sonando en la radio.»
Y sí, yo entiendo el impulso. Pero si algo está sonando ahora mismo en la radio, esto es lo que es: noticias ya atrasadas.
Las audiencias no quieren más de lo mismo – quieren lo que está por venir. Como artista, quieres ser como un receptor con amplia visión de juego. No quieres estar donde ahora mismo está la pelota, quieres estar donde la pelota va a estar en breve. Si ahora mismo estás grabando un disco, pasarán un mínimo de tres meses antes de que esas grabaciones estén en la calle. Es posible que más. Y para entonces todos esos sonidos rabiosamente actuales que has incluido en tu grabación sonarán estrepitosamente pasados de moda. Y tú no quieres sonar anticuado, ¿verdad?
Además, la industria no quiere más de eso que ya tiene. Nadie en un sello discográfico va a contratar a alguien que suena exactamente como un artista que ya tienen – porque ya tienen el original, y no quieren canibalizar sus beneficios.
Si piensas en tu carrera como en un pequeño negocio – y deberías hacerlo – tendrías que estar constantemente pensando en cómo diferenciarte en un mercado masificado. ¿Qué es lo que hace sobresalir tu música? Una buena canción no es suficiente. Todo el mundo tiene una o dos buenas canciones. ¿Qué es lo que va a hacer que la gente aguce el oído? ¿Qué es lo que va a llamar la atención sobre lo que estás haciendo?
Así pues, este es mi pensamiento de la semana: quiero animarte a descubrir la manera de diferenciarte sónicamente en el mercado. Píllate un nuevo pedal de guitarra y descubre una nueva dimensión en tu personal paisaje sonoro. Demonios, píllate una caja de ritmos. ¡No hay reglas! Experimenta con algunos sonidos de sintetizador en GarageBand. Escucha algunas mezclas. Amplía tus horizontes. ¿Estás haciendo música electrónica? Experimenta entonces con texturas acústicas. Ambos caminos son válidos. La cuestión es romper tus límites. Haz algo interesante, con visión de futuro, y único.
Probablemente tienes un par de canciones fantásticas que merecen se escuchadas por más gente – pero si tus grabaciones suenan igual que otros miles de grabaciones, no van a destacar. Y tú quieres destacar, ¿tengo razón?.
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Bio del autor: Jamie Hill es un productor de discos independiente, ingeniero musical, y autor. Estuvo nominado al premio al Mejor Productor en los Premios de la Música Independiente de 2014. Hill trabaja en varios géneros, sobre todo en espacios musicales alternativos e independientes, con bandas como ArnoCorps, Shannon Curitis, y muchas más. Ha tenido éxitos comerciales internacionalmente con los favoritos del indie-pop sueco Jens Lekman, cuyo disco An Argument With Myself se estrenó alcanzando el Top Ten del Billboard Heatseekers en múltiples países.
Originalmente publicado en Pyragraph.com.
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