Convierte tu viejo catálogo de música en contenido siempre “fresco”

 

¡Tu vieja música es siempre nueva para alguien!

Probablemente he escrito esta frase una docena de veces en este blog. Hay miles de millones de personas en el planeta, y la mayoría nunca ha escuchado tus canciones.

Esto puede ser tanto una decepción como una enorme oportunidad, según como lo mires.

Olvídate del NUEVO/PRÓXIMAMENTE y en vez de eso pon tu catálogo musical existente a trabajar.

NUEVO/PRÓXIMAMENTE es el término que uso para esa actitud frenética en la que muchos músicos (y cualquiera que quiere mantenerse activo online) pueden verse atrapados si se obsesionan con publicar constantemente. Te preocupa que si no tienes un flujo constante de brillantes tweets y fotos y canciones y vídeos para compartir, te dejarán de lado, te pasarán por alto, te olvidarán.

Yo también soy culpable. De hecho, si alguien intenta dejar marca en Spotify y llamar la atención de su algoritmo, realmente le ACONSEJARÍA esto: ¡publica un nuevo sencillo al mes!

Pero hay un punto en que esta actitud puede ser contraproducente.

El valor de una canción no disminuye con el tiempo.

Ayer escuchaba el podcast de Creative Juice, uno de los recursos educativos para emprendedores independientes, y estaban hablando exactamente de esto, articulándolo de forma realmente esclarecedora.

Básicamente destacaron lo ridícula que puede ser la industria musical tradicional cuando funciona constantemente a base de la mentalidad NUEVO/PRÓXIMAMENTE y lo contraproducentes que son las prácticas de la industria musical cuando se comparan con la mayoría de otras industrias.

Quiero decir, Red Bull no está obsesionado con lanzar bebidas diferentes todos los meses. Las compañías de papel higiénico no se obsesionan con crear la nueva versión de su papel cada trimestre.

Estas compañías encuentran un producto que funciona, un producto que resuelve alguna necesidad o capta la imaginación de alguien. Luego ofrecen ese (mismo) valor a sus clientes mientras muestran el poder de su producto a nuevos consumidores. Una vez tienen algo que funciona, el resto es marketing.

Lo mismo pasa con tu música. Si millones de personas online no han escuchado tu música, no necesitas gastar hasta la última onza de energía en ser un “creador de contenido” (odio ese término). Puedes dedicar tiempo a determinar cuál de tus canciones o vídeos tiene el mayor impacto inmediato. Luego es cuestión de poner ese “contenido” al alcance de nuevos fans, así como continuar compartiéndolo de forma interesante con los actuales fans.

Y no importa si la canción se hizo el año pasado, o hace diez años, o cuarenta años. Si es buena música, si hay un contexto atractivo en torno a la canción, y si hay un gancho de marketing (como un titular irresistible), eso atrae a la gente, y tu música encuentra un público fiel, sin importar lo viejos que sean ellos, tú o la música.

Pero es tu música la que ha de encontrar a su público, no al revés.

Para eso está el marketing.

¿Cuáles son algunas maneras de poner tu catálogo anterior en marcha?

Esta no es en absoluto una lista exhaustiva, y tampoco voy a entrar aquí en detalles de estrategia, pero espero que estas sugerencias te den una idea de las posibilidades que tienen tus viejas canciones.

-Escribe sobre ello: Cómo escribiste la canción, por qué es importante para ti, como podría conectar con el oyente, algún momento especial en el momento de grabación. Luego conviértelo en un email, o parte de una campaña de una serie de emails, o en un post de un blog o de Facebook.

-Dirígete a nuevos públicos y paga por poner un anuncio (con tu canción o vídeo) y que lo vean.

-Haz un evento con los aniversarios: da un concierto de celebración, un stream en Live, una audición festiva en Twitter, o algo para conmemorar los 5, 20 o 50 años del lanzamiento de una determinada canción o un álbum.

-Transmite breves conciertos en vivo desde casa en los que tocas canciones antiguas, y que tus espectadores se enganchen a esa música en servicios de streaming, o compren CDs o… lo que sea que quieras que hagan con tu catálogo de música.

-Monta un concurso o sorteo en el que el premio llame la atención sobre tu antigua música: quizá es una edición limitada en vinilo o un álbum descatalogado, o das 25 copias firmadas de tu penúltimo CD…

-Pide a tus fans que creen playlists de lo que ELLOS piensan que son tus grandes éxitos, o el setlist ideal si solo tocaras “material antiguo”.

-Explora conexiones “secundarias”. Podrá no ser obvio para ti cuando lanzaste la canción, pero quizá hay un trasfondo o un tema en las letras que se refiere a un evento actual, a algún problema de actualidad o alguna causa, la misión de alguna ONG, etc. Quizá la primera vez enviaste la canción a blogs de música. Bueno, diez años han pasado, y quizá ese álbum podría tener sentido para gente que se recupera de una enfermedad, por ejemplo. Dirígete a la comunidad de gente convaleciente y dales la misma música en un contexto completamente nuevo.

Ok, esto son solo algunas ideas para mostrar cómo tu vieja música aun tiene camino por recorrer. ¡Pon esas canciones a caminar!