El contrato de management que todo artista, compositor y productor debería tener

 

(Nota: MúsicoDIY y CD Baby recibimos una petición para traducir este artículo y estos contratos y subirlos aquí para todos ustedes. Gracias al autor original, y el blog Digitalmusicnews.com por darnos permiso para poder presentar esta información en español! También, ten en cuanta que CD Baby y MúsicoDIY no son abogados, y que antes de firmar un contrato legal, deberías consultar a un abogado profesional)

El siguiente artículo está escrito por Steve Gordon, considerado uno de los mejores abogados de la industria musical. La pasada semana, mencionó 11 contratos que todo artista, compositor y productor debería conocer (en ingles). Así que aquí está el primero: contrato de management.

En esta entrega, hablaremos de los contratos de management.

Como escribí en Now You Know Everything about Music Managers”, los managers nunca habían tenido un papel tan importante en el negocio de la música como el que tienen hoy. Si has dado, o estás a punto de dar, un paso adelante en tu carrera musical, probablemente necesites uno.

Un buen manager hace avanzar la carrera de su cliente de varias maneras diferentes. Tradicionalmente, un manager daba consejos sobre todos los aspectos de la vida profesional del artista, utilizaba sus contactos para generar oportunidades, negociaba contratos cuando se presentaba la ocasión, y ayudaba al artista a elegir a otros miembros del “equipo”, como contables, abogados, agentes de contratación y publicistas. El trabajo principal del manager era, de todas formas, buscar el “santo grial”, vender al artista entre las grandes discográficas, particularmente las “majors”, con la esperanza de firmar un lucrativo contrato de grabación. Firmar el contrato de un disco significaba un sueldo para el artista y el manager. Los managers trabajan a comisión, así que el objetivo era firmar con un sello importante y negociar el mayor adelanto posible. En los 90, cuando era abogado de Sony Music, pagábamos adelantos a nuevos artistas que oscilaban entre $250,000 y $500,000. Si el artista funcionaba, tanto el artista como el manager podían ganar mucho dinero solo con las ventas de discos. Estos tiempos han pasado.

A partir de 1999, los ingresos de la música grabada han descendido más de un 75%, contando la inflación. Como resultado, los grandes sellos (Sony, Universal, y Warner, junto a sus filiales), firman con menos artistas, y pagan a esos artistas adelantos mucho más modestos. Un artista puede no conseguir nunca un contrato, o caerse del catálogo del sello mucho más rápido que en el pasado, cuando los sellos tenían dinero extra para apoyar a un artista en desarrollo. Por ejemplo, Bruce Springsteen no empezó a funcionar bien hasta que Columbia (hoy una filial de Sony) le lanzó dos discos. Pero Columbia tuvo fe y lo apoyó a pesar de las decepciones iniciales.

Hoy día, con las grandes discográficas luchando por sobrevivir, es bastante más difícil que suceda una historia como esta. Los sellos preferirán poner sus recursos en artistas ya establecidos, donde un retorno de la inversión es más seguro.

En estos tiempos de inseguridad financiera en el negocio discográfico, el papel del manager es más importante que nunca. En el pasado, una vez el artista había firmado con un sello importante, la función principal del manager pasaba ser la de enlace entre la discográfica y el artista. El manager presionaba a la compañía para hacer más, gastar más y prestar más atención a su artista. Sin embargo, debido a los recortes presupuestarios y a los despidos en masa, el manager de hoy hace un montón del trabajo que solía hacer el sello discográfico. Por ejemplo, el manager puede encargarse de hacer networking, de buscar oportunidades para que la música de su artista salga en películas o anuncios, o de encontrar sponsors. Y, si el artista no puede conseguir un contrato discográfico aceptable, el manager puede convertirse de hecho en el sello discográfico y responsabilizarse de conseguir fondos de inversores o hacer un crowdfunding para producir discos, puede negociar la distribución física y digital, y todo lo demás que las discográficas tradicionalmente hacen.

El contrato Pro-Manager (con comentarios pro-artista).

En el siguiente PDF, critico un contrato standard pro-management, y explico en los comentarios los cambios que un artista debería negociar. Hay unos cuantos términos importantes en los que los intereses del manager son directamente opuestos a los del artista. Por ejemplo, generalmente interesa al manager un largo plazo inicial y algunas opciones para extender la duración del contrato. El artista, por su parte, querrá poder cancelar el contrato rápidamente si el manager no está cumpliendo sus objetivos. Este problema se corrige en los comentarios al primer párrafo del contrato pro-management.

(Si quieres descargarte el PDF, está aquí)

El contrato Pro-Manager (con comentarios pro-artista). by Tracey Gill Miller

 

La mayoría de contratos de management basan la comisión del manager en los ingresos brutos que un artista gana con cualquier actividad en el negocio del espectáculo. Es crucial para el artista insistir en que el dinero que recibe el artista, o que se recibe en nombre del artista, por costes de grabación, gastos de viaje y otros gastos de empresa, no se incluyan en los ingresos brutos. Por ejemplo, si una discográfica le da al artista un adelanto de $100,000 y el artista invierte $80,000 en gastos de grabación, el manager no debe calcular su comisión sobre los $100,000. Si el contrato le permitiese hacer eso, le corresponderían $20,000 y al artista no le quedaría nada. Este problema se trata en los comentarios a los subpárrafos 11(b) y (d).

Otra cosa importante a prevenir es si el manager tiene derecho a recibir una comisión sobre cualquier contrato negociado durante el plazo en que esté en vigor, incluso después de que el contrato expire. Un contrato pro-manager normalmente incluirá una cláusula así. Al artista le interesa finalizar el derecho del manager a cobrar comisión sobre sus ingresos cuando el contrato termina. De todas formas, la posición del manager es que si consigue un contrato para varios álbumes o un acuerdo editorial a largo plazo, el manager debería seguir recibiendo dinero porque ayudó a crear esa fuente de ingresos. El compromiso se llama “cláusula crepuscular”. Bajo esta cláusula, el manager aun recibe ingresos de contratos negociados durante la vigencia del contrato, pero la cantidad de ingresos decrece con el tiempo y eventualmente termina en un plazo razonable. Un ejemplo se incluye en los comentarios al párrafo 13 en el contrato pro-management, y también está contenida en el contrato pro-artista que se incluye en esta entrega.

Otros términos son mera fórmula, frases legales standard que son importantes para el contrato pero protegen igualmente los intereses de ambas partes. Señalaré estos términos y explicaré también su importancia. Un ejemplo es el párrafo 29 que dice que toda enmienda al contrato debe hacerse por escrito y ser firmada por ambas partes.

El Contrato de Management Pro-Artista

El siguiente PDF ofrece un ejemplo de un contrato de management pro-artista. El contrato que tu manager te presente a menudo empezará pareciéndose al pro-manager, y cuanto más cerca lo lleves en la negociación al contrato pro-artista, mejor.

(descarga el PDF aquí)

El Contrato de Management Pro-Artista by Tracey Gill Miller

Steve Gordon agradece la ayuda de Ryanne Perio y Anjana Puri en la preparación de este material. Ryanne Perio es graduada en la Columbia Law School y ha sido abogada interna en Atlantic Records y SAG-AFTRA. Actualmente es asociada en Wilmer, Cutler, Pickering, Hale & Dorr, donde se especializa en litigios de propiedad intelectual. Anjana Puri es abogada, y está pendiente de ingreso en la asociación New York Bar. Actualmente trabaja como asociada de Mr. Gordon. Recibió su JD de la Benjamin N Cardozo School of Law (2014) y su B.A. en International Development Studies de UCLA.

Advertencia: La información de esta serie se ha preparado con propósito exclusivamente informativo y no constituye consejo legal. Esta serie debería ser usada como guía para entender la ley, no como sustitutivo del consejo legal cualificado. Deberías consultar a un abogado antes de tomar decisiones legales significativas.