Guía Básica del Copyright: Cómo proteger tu música como artista, autor o productor.
Como músico independiente, eres dueño de tus canciones y grabaciones. Es TU propiedad intelectual.
Esto puede parecer obvio, pero vale la pena repetirlo: TÚ controlas los derechos de las canciones que escribes y las grabaciones que creas. Esa propiedad del copyright te da apoyo, protección y fuerza para ganar dinero a partir de tu catálogo de obras.
En este artículo daremos una mirada a lo que son los derechos de autor, cómo registrar tus obras y como usar tu copyright como autor o artista para ganar dinero.
¿Qué es el copyright/derechos de autor?
Es la propiedad intelectual de una obra por parte de una persona o un grupo.
El copyright garantiza ciertos derechos exclusivos al propietario, o los propietarios, una de las más importantes es el derecho de ganar dinero a partir de esa propiedad intelectual. Es la llamada “explotación” de tus derechos. Hablaremos de ello más adelante.
El copyright musical designa la propiedad de una canción o grabación determinada.
Si creas tú mismo una grabación, o si pagas por tiempo de estudio y honorarios de sesión, eres propietario de esa grabación fonográfica. Si trabajas con un sello hay posibilidades de que dicho sello controle los derechos de la grabación, al menos durante un plazo fijado.
Si compones una canción, tú eres dueño de esa composición. Si escribes una canción junto a una o más personas, cada uno posee una parte de la canción. A ti y a tus colaboradores les conviene hacer un documento que determine el reparto (los porcentajes de la canción que corresponden a cada uno), y registrar los derechos en consecuencia.
Los dos tipos de derechos de autor
- La composición – que consiste en la música y la letra
- La grabación sonora – que es una versión grabada concreta de esa música y esa letra
Las composiciones normalmente pertenecen a los autores y/o editores. Las grabaciones normalmente son de los artistas o sellos discográficos.
¿Cuándo eres dueño de tus derechos?
En términos estrictamente técnicos, eres dueño de tus derechos musicales en el momento en que captas la composición o grabación y la fijas en un medio concreto. Esto puede ser algo tan sencillo como escribir la letra y melodía en un papel o tararearla en un grabador.
¿Se considera el llamado “copyright del pobre” una prueba de autoría?
El “copyright del pobre” es un método común pero desaconsejable para probar la autoría. Consiste en que un músico se envía a sí mismo una copia de la composición o grabación por correo certificado, dejando el sobre sellado con la fecha claramente marcada en el exterior.
La idea es que el estado hace el trabajo de fechar la obra con el matasellos de correos. Sin embargo esto no te permite conseguir la misma protección que un registro oficial de derechos de autor.
Con ese sistema, posees los derechos, pero realmente no has registrado la obra.
¿Por qué me interesa registrar mis derechos?
En este punto te estarás preguntando “si ya poseo mis derechos, ¿por qué debería registrar mi obra?”
La razón principal es que en caso de que alguien infrinja tu copyright ya sea grabando una canción que escribiste o usando una grabación tuya sin permiso, tendrás mucha más fuerza si tu obra está registrada oficialmente. En USA te interesa registrar la obra en la US Copyright Office, parte de la Library of Congress.
Si vives fuera de los Estados Unidos tienes que buscar la oficina oficial de registro de tu país.
Una obra registrada tiene mucho más peso en un juicio que un sobre sellado, un enlace de Soundcloud o una servilleta mojada en cerveza. Y si decides poner una demanda por infracción de derechos de autor, un registro oficial te califica para una indemnización económica por parte de la parte infractora y los costes de abogados. Es sencillamente la mejor forma de probar que eres dueño de los derechos.
Cómo registrar tus derechos de autor
Si quieres registrar legalmente tus derechos en Estados Unidos tendrás que hacerlo directamente en la Oficina del Copyright, o en la oficina correspondiente de tu país.
Si registras tu copyright directamente, te interesa tener:
- -Formulario PA para una composición
- -Formulario SR para una grabación
¿Y si quieres registrar las dos cosas, grabación y composición? Mira a continuación.
Si los declarantes son los mismos para la grabación y para la composición puedes usar un único formulario SR para registrar los dos tipos de derechos.
Según copyright.gov puedes usar UN formulario (SR) para registrar la grabación Y la composición, siempre que el dueño sea el mismo para ambos copyrights:
El formulario SR debe ser usado también si deseas hacer un registro tanto para la grabación como la obra asociada (la composición musical, el texto dramático o literario). Puedes hacer un solo registro solamente si el reclamante de los derechos es el mismo tanto para la grabación como para la obra asociada.
¿Cómo gano dinero con una grabación?
Cuando eres dueño de los derechos de una grabación controlas los “derechos del master” y puedes dar licencias de ese master. Las regalías a partir de la cesión de una licencia de master incluyen ingresos de streaming y descargas asociados con la grabación, de plataformas como Spotify, Amazon, Apple Music, Deezer, etc.
También puedes dar permisos para licencias de sincronización y sampling de tu grabación. (Más abajo se amplían estos temas).
Nacionalmente y internacionalmente te corresponden regalías cuando tu canción suena en la radio. Internacionalmente te corresponden regalías cuando tu canción suena en radio digital o por satélite. (También más abajo se amplía esto).
Finalmente, como propietario de una grabación puedes fabricar formatos físicos como vinilo y CDs.
¿Cómo gano dinero con los derechos de mi composición?
Una vez has registrado tu copyright, es hora de explotarlo. La palabra explotación puede tener connotaciones negativas en otras partes de la sociedad, pero en el negocio musical es la forma de ganar dinero a partir del duro trabajo que pones en la composición de tu canción.
Regalías de ejecución
Como autor, tienes derecho a recolectar regalías editoriales por el uso de tu canción. Una de las fuentes de ingreso de este tipo son las regalías de ejecución, que corresponden al compositor y al editor cuando una canción:
- suena en la radio
- se interpreta en público
- suena en un restaurante, bar, etc.
Como autor, te interesa registrarte en una entidad que recauda regalías de ejecución. Estas entidades son llamadas entidades de gestión de derechos de autor (performing rights organizations, o PRO’s).
En Estados Unidos hay tres entidades principales (y algunas más pequeñas):
- BMI
- ASCAP
- SESAC
Como autor, puedes asociarte directamente a las dos primeras o usar nuestro servicio de administración editorial CDB Boost.
En general, cada país tiene al menos una entidad de gestión de derechos de autor. Busca en tu território cuales son tus opciones.
El trabajo de estas sociedades es hacer un seguimiento en emisoras de radio y salas de conciertos del uso de tu canción. Cada vez que tu canción suena en público genera una regalía de ejecución para la composición, y como autor te corresponde dicha regalía de ejecución.
También puedes ganar regalías de ejecución tocando tus canciones en directo. Las salas deberían pagar cuotas a las sociedades de gestión para cubrir esas regalías y cada entidad te da una forma de registrar tus repertorios en directo. ¡Cuando estés de gira lleva registro de las salas en que tocas y de tus set-lists para declarar esos conciertos cuando vuelvas a casa! Una peculiaridad de las regalías de ejecución es que solo son para los autores y sus editores, las entidades de derechos no pagan nada a los músicos que tocan en la grabación.
Regalías mecánicas
Cuando tu composición se reproduce en cualquier soporte te corresponde un tipo diferente de regalía llamado regalía mecánica.
Esto son regalías que las entidades como ASCAP y BMI y otras en general no recaudan.
Habrás oído hablar de regalías mecánicas referidas a la fabricación de formatos físicos como CD, vinilo y cassettes. Pero los formatos digitales también generan regalías mecánicas. Cuando alguien reproduce tu música en un servicio como Spotify o Apple Music, o cuando compran una descarga en una tienda como iTunes, tu composición técnicamente está siendo reproducida. Sí, incluso aunque, en el caso del streaming, sea una reproducción temporal.
Estas regalías mecánicas son reportadas por las plataformas de streaming y descarga a las entidades de recaudación de regalías en el país o territorio donde se efectúa la reproducción o descarga.
En Estados Unidos tenemos Harry Fox Agency; pero casi cada país tiene una agencia similar para recaudar regalías mecánicas. Solo en USA esas regalías mecánicas de descargas se juntan con los ingresos de la grabación fonográfica. Así que serán pagadas a través de tu distribuidor de música. Pero esto no se aplica al streaming interactivo; en todos los países, las regalías mecánicas generadas por el streaming interactivo se pagan a las sociedades de recaudación.
¿Por qué no puedes recaudar regalías mecánicas por tu cuenta?
Técnicamente podrías, pero es muy difícil y lleva mucho tiempo.
Las regalías mecánicas se pagan solo a editores, por lo que no puedes recaudarlas como autor. Para hacer las cosas más complicadas, es muy difícil para la mayoría de autores independientes registrarse en Harry Fox como editor porque necesitarías tener un considerable catálogo de canciones.
El streaming genera significativas regalías mecánicas, y estás a punto de ganar más aún. CD Baby ha tomado parte con éxito en los recientes esfuerzos por incrementar la tarifa de las regalías mecánicas que se pagan por el streaming interactivo. Los servicios de streaming ahora deben aumentar sus pagos a autores y editores cada año hasta 2022, donde la tasa alcanzará el 15,1% de todos los ingresos generados.
Esto es una subida del 44% en la tarifa de las regalías.
Es una gran victoria para los autores, por lo que es más importante que nunca profesionalizar tu gestión de derechos como compositor o letrista.
¿Qué regalías me corresponden como artista?
Si tu eres el artista que ha grabado una canción, HAY regalías que puedes cobrar, pero se recaudan y se pagan de forma diferente a las regalías editoriales. Como dijimos antes, los artistas en USA no reciben regalías de la radio convencional, pero la radio por internet y por satélite son asuntos diferentes.
Si tu canción suena en Pandora o en una emisora de radio por satélite, genera un tipo diferente de regalía por el uso y creación de la grabación. Piénsalo como una regalía de ejecución digital. Este tipo de regalía solo corresponde a los artistas de la grabación y los propietarios de derechos de la grabación (por ejemplo, el sello discográfico). Y a diferencia de las múltiples entidades de gestión de derechos de autor, en USA solo hay una manera de registrar y recaudar esas regalías: Soundexchange.
¡Registra tus canciones con ellos y deja que empiece a llegar el dinero de Pandora!
¿Y si alguien quiere grabar mi canción?
Hasta ahora hemos hablado del uso de tu canción en radio convencional, satélite e internet, pero aún hay otra manera de explotar tus derechos de autor. Digamos que tu composición y grabación sonora está registrada y tu se la ha publicado y alguien se enamora de ella. Y ese alguien es un músico que quiere grabar su propia versión de tu canción. ¡Bien! Y quiere publicar el cover de tu canción de forma legal. ¡Mejor aún!
La buena notica es que esta persona tiene una vía fácil para obtener los derechos para grabar su interpretación de tu composición. Cualquier composición original publicada comercialmente es susceptible de ser licenciada al precio de 9,1 centavos por copia. Esto es la llamada licencia obligatoria, que quiere decir que siempre que esta persona misteriosa pague esa cuota por la licencia mecánica (normalmente a través de Harry Fox Agency) tiene el derecho legal de grabar su interpretación, llamada en el lenguaje del negocio cover o versión.
Esto puede ser una buena noticia o no, pero tanto da si apruebas o desapruebas una versión death metal de tu balada acústica de amor, mientras te paguen la cuota obligatoria, el artista está protegido. Las mismas leyes que protegen tus derechos de autor también protegen la visión creativa de los artistas, por fantástico o absurdo que sea. Es el círculo de la vida según el capitalismo.
¿Y si alguien quiere usar mi grabación?
Hay otros dos tipos más de explotación de los que no hemos hablado, y ambos se refieren a alguien que quiere usar tu música en su canción. Cuando alguien quiere usar tu grabación en su canción, eso se conoce como sample. A diferencia de la licencia para hacer una versión, esto es algo de lo que tienes el control, como artista que ha hecho la grabación, autor, o sello, porque TODOS los samples, no importa lo breve o lo largo, deben ser licenciados legalmente.
La persona que quiere usar una parte de tu grabación en la suya debe contactarte (o a los dueños de los derechos de tu grabación si firmaste un contrato con un sello) para pedir permiso. El poseedor de los derechos (TÚ) puede aprobar o denegar el uso de tu música en un sample. Si eres un artista independiente tienes el control sobre los derechos de tu grabación y si apruebas este uso puedes negociar el precio que la otra parte deberá pagar para conseguir el derecho de uso de tu grabación. Si tienes los derechos tanto de la composición como de la grabación puedes dar permiso para el uso de ambos.
Licencias de sincronización
El segundo tipo de explotación de tu grabación o composición tiene lugar cuando alguien la usa en otros medios como una película o un programa de TV. Esto se llama licencia de sincronización, ya que tu música se sincroniza con un medio visual.
Como en el caso del sampling, el supervisor musical que trabaja con la compañía de producción que quiere usar tu canción debe contactar el dueño de los derechos o licenciar la canción a través de una librería musical si eliges incluir tu canción en una de ellas. Si te contactan para esto puedes negociar el precio con ellos. Como en el caso del permiso para un sample, si posees los derechos tanto de la composición como de la grabación, puedes dar permiso para el uso de ambas en un único contrato, lo que es atractivo para los supervisores musicales, que deben moverse rápido para conseguir permisos para las canciones con agendas de producción muy apretadas. Si tu música está incluida en una librería musical, esa agencia puede negociar los términos de la licencia en tu nombre.
El pago de un adelanto es un tipo de ingreso que genera el contrato de sincronización. Después de que esa aparición de la música se ha acordado y el programa o la película se ha emitido, te corresponden regalías de ejecución cada vez que la canción se reproduce en ese medio, siempre que el supervisor musical cumplimente la Cue Sheet (la hoja de declaración de uso).
¡Los derechos de sincronización de alguna forma también se aplican en YouTube!
Las licencias de sincronización también se aplican a los vídeos de YouTube con versiones de canciones. Si un YouTuber graba un cover de tu canción y quiere postear el vídeo, la licencia mecánica que adquirió para distribuir una grabación de esa canción no cubre el vídeo. Necesitan una licencia de sincronización por tu parte.
Pero seamos claros: LA MAYORÍA de la gente en YouTube no saca licencias de sincronización para usar la música. Por esto YouTube desarrolló Content ID.
Cuando alguna estrella de YouTube no quiere contratar los derechos de sincronización directamente contigo, puede subir su vídeo y dejar que YouTube haga una reclamación sobre ese vídeo vía Content ID.
Y esto funciona no solo con las versiones, sino también con tus grabaciones. Si alguien pone tu canción en su vídeo de boda, recibirás ingresos publicitarios.
Si has escogido la opción de monetización en redes sociales en CD Baby, enviaremos tu canción a YouTube y la añadiremos a la base de datos de Content ID. Así se detectará automáticamente cualquier uso de tu canción en un vídeo y se monetizará en consecuencia. Los anuncios en YouTube pueden llegar a sumar ingresos importantes, así que aunque esa persona no te pida la licencia de sincronización, ganarás dinero con su vídeo.
Pero obviamente, hay casos y casos. Busca un abogado si tienes duda!