Cuando nos encontramos produciendo nuestra música en el contexto del home studio, se nos presentan varias cuestiones que tenemos que resolver para poder obtener resultados de alta calidad, como los de la radio.
Una de estas cuestiones es el proceso de mezcla, en el que se integran todas las pistas y sonidos que hemos grabado, sumándose para obtener un resultado homogéneo que se alberga en una pista estéreo.
¿Cómo afrontar esta etapa sin perderse en cuestiones muy técnicas pero sin subestimar las herramientas del home studio? Quedate tranquilo que en este artículo comprenderás mejor esta etapa clave para la producción musical.
La importancia de la materia prima
Tal vez el problema más grande que tiene un músico independiente a la hora de afrontar una producción en el estudio, es que no tiene referencias claras de lo que constituye el buen sonido; por este motivo se hace muy difícil el poder lograrlo.
Este problema se ve alimentado por el imaginario popular que nos hace pensar que la magia pasa en la mezcla o peor aún en la masterización y que solo allí vamos a hacer que nuestras pistas suenen pulidas y bien.
La realidad no puede estar más lejos de esto, ya que las mejores grabaciones son trabajadas con la máxima atención al detalle incluso antes de apretar el botón de grabar y es que entre 70 a 80 por ciento del sonido que escuchamos en un disco se logra al comienzo.
Antes de poder grabar una canción es muy importante prestar atención a la composición de la misma, los tipos de elementos o instrumentos musicales que se van a usar, donde van a aparecer o desaparecer, cual va a ser el pulso, la tonalidad, etc.
Este proceso llamado pre producción musical hace una inmensa diferencia en cuan pulido va a sonar la canción cuando este terminada. Es en este punto donde nos vamos a dar cuenta qué elementos funcionan cuales hay que cambiar y vamos a pulir desde lo más profundo la canción en donde importa.
Una vez hayamos trabajado la canción hasta que suena pulida, podemos pasar a preparar los instrumentos musicales que vamos a grabar. Es necesario que estén calibrados, con cuerdas o parches nuevos, en buen estado y bien afinados siempre. Tener en cuenta que la mayoría de los instrumentos musicales se puede desafinar entre tomas de grabación, por lo que hay que revisar constantemente.
El siguiente paso es la grabación y en este punto te sugiero que pruebes varias alternativas de microfonía y elección de micrófono si es posible, ya que el sonido varía mucho en función de ambos parámetros.
Algunas sugerencias para esta parte:
- Complementar el sonido con el micrófono: la idea al usar un micrófono debería ser el complementar el sonido de la fuente. Por ejemplo si vamos a grabar una voz que tiene un sonido muy sibilante, busquemos un micrófono que no exagere esa zona frecuencial.
- Probar distintas posiciones: la posición del micrófono influye mucho el timbre que se va a capturar, por ello se deberían probar al menos dos o tres opciones antes de decantarse por una. Pensar que si queremos un sonido de determinada manera, es mejor obtenerlo desde la microfonía.
- Cuidar cercanía del micrófono: si el micrófono se posiciona cerca del instrumento va a tender a aumentar la cantidad de bajos que tiene, por el llamado efecto de proximidad; si quieres evitarlo busca alejar un poco el micrófono, con algunos centímetros puede ser suficiente.
- Grabar a un nivel conservador: para evitar distorsiones y obtener el mejor sonido de tu preamplificador te sugiero que busques estar siempre en la zona de color verde del medidor, pudiendo pasar ocasionalmente al amarillo; esto debería equivaler aproximadamente a -20 dB RMS.
- La sala influye mucho: los micrófonos captan el sonido puro del instrumento y las reflexiones sonoras que se producen dentro de la sala, si estas no están controladas van a tender a modificar el timbre y sonido capturado. Por ese motivo es muy importante tener en cuenta el tratamiento acústico interno de la sala, para buscar que el sonido no sea afectado demasiado por estas reflexiones.
Trabajar los niveles de manera conservadora
Otro de los grandes problemas que afectan a muchas de las mezclas en el home studio son las distorsiones y en especial aquellas del tipo clipping, que suenan muy desagradables en general.
Dichas distorsiones son producidas por trabajar las distintas señales o canales de la mezcla a niveles muy elevados, lo que provoca que rápidamente se acabe el “resto” de nivel y se llegue a ese sonido, además la mayoría de las veces el problema no se escucha cuando soleamos una pista si no al sumar todas en conjunto.
El problema se agrava ya que los secuenciadores modernos trabajan a una resolución interna alta, que no muestra estas distorsiones hasta que exportamos la mezcla y la escuchamos en un reproductor de música.
Por otro lado hay que tener en cuenta que todos los procesadores que vamos a usar en el secuenciador, ya sean ecualizadores, compresores, filtros, etc. están pensados para funcionar en un nivel óptimo y si es excedido el sonido empieza a sufrir.
La solución a estos problemas es bastante sencilla y consiste en trabajar los niveles de cada una de las pistas que componen la mezcla al comenzar la cadena de procesamiento, en lo que se conoce como etapa o estructura de ganancia.
Este proceso es similar al ajuste de ganancia que se hace en el dominio analógico en una consola al inicio de su cadena de procesamiento. Veamos algunos lineamientos para poder hacerlo de manera óptima.
- Medidor de nivel RMS/Average: para poder evaluar el nivel de cada pista es necesario contar con un medidor del tipo RMS/Average, que no es más que una forma de medir el nivel similar a cómo funciona el sistema auditivo. El medidor lo vamos a cargar como inserción en el master fader de la mezcla.
- Nivel óptimo fuentes RMS: todos los sonidos que no sean percusivos se deberían trabajar a un nivel cercano a -20 dB RMS, es decir 20 dB debajo del cero o tope del sistema digital.
- Nivel óptimo fuentes peak: los sonidos percusivos se deben trabajar entre -6 y -12 dB FS, es decir debajo del 0 del secuenciador. Para medir esto se puede usar los medidores de cada canal del secuenciador, ya que por lo general miden el nivel peak.
- Insertar plugin de manejo de ganancia: para ajustar el nivel de cada pista vamos a insertar un plugin que nos permita ajustar la ganancia, por lo general llevan el nombre de gain o trim y sirven para subir o bajar el nivel. En la mayoría de las mezclas será necesario bajar o atenuar el nivel, para llegar a los niveles óptimos.
- Solear canal por canal: el nivel se debe evaluar en cada canal, buscando la parte de la canción que más nivel tiene y ajustando la ganancia en esa parte. Se repite el proceso para todos los canales.
Veras que si te tomas el tiempo para hacer este proceso tus mezclas nunca distorsionaran y van a sonar más limpias, definidas y claras siempre.
imagen 1: Medidores de nivel peak típicos de las pistas de los secuenciadores o DAW; hoy en día varios secuenciadores modernos ofrecen en las preferencias la posibilidad de medir el nivel RMS/ Average.
Imagen 2: Medidor de nivel Peak/RMS combinado de la firma Waves (Paz meters), en la barra central se aprecia la lectura RMS y en las barras laterales naranja la lectura peak.
Imagen 3: Plugin de manejo de ganancia dentro de Pro Tools llamado trim, este plugin nos permite atenuar el nivel de una señal. Tener en cuenta que cada secuenciador tiene un equivalente.
Escuchar a un nivel de monitoreo intermedio
El sistema auditivo humano es bastante sorprendente ya que no percibe de igual forma las frecuencias a distintos niveles de escucha, lo que puede afectar bastante la manera en la que actuamos frente a dichas frecuencias.
Por ejemplo si estamos mezclando a un nivel bajo de monitoreo tendemos a percibir mucho menos los graves de la mezcla y por lo tanto compensamos con ecualización y nivel en los instrumentos que tienen dichas frecuencias. Cuando exportamos la mezcla o la escuchamos a un nivel más elevado nos damos cuenta que nos excedimos mucho en nuestras decisiones y tenemos que ir para atrás.
Esto ha sido estudiado bastante y lo ideal resulta ser un punto intermedio de escucha en el que el sistema auditivo percibe de manera pareja las frecuencias bajas, medias y agudas, de tal manera que nuestras decisiones de mezcla sean afectadas lo menos posible por cómo escuchamos.
La idea sería trabajar el sistema de monitoreo a un nivel cercano a los 80 dB NPS ( nivel de presión sonora) para estar en la zona en la que el oído percibe con mayor neutralidad todas las frecuencias. El monitorear a un nivel similar al mencionado va a lograr que trabajemos con una constancia siempre y la consistencia del trabajo mejore considerablemente.
No trabajar solo en una isla
Muchas veces en el contexto del home studio nos encontramos trabajando solos en nuestro laboratorio sonoro, intentando obtener resultados profesionales que puedan ser apreciados por el resto del mundo.
El problema con esta situación es que las producciones musicales y la mezcla no se trabajan en el vacío o como si estuviéramos en una isla solos; por el contrario históricamente se ha trabajado en contextos de grupos de gente con los que se referencia e intercambia opiniones.
En el caso del home studio al carecer de estos contrastes de opiniones y experiencias tenemos que acudir a otra herramienta, que es el uso de mezclas de referencia para orientar el sonido de nuestras producciones.
La idea es importar mezclas de alta calidad de sonido a nuestras sesiones de trabajo, para poder comparar objetivamente las características de estas con nuestro trabajo. En este punto nos vamos a concentrar en características del tipo frecuencial, nivel, panorámica, uso de efectos y cualquier otra cosa que nos pueda servir.
Piensa en las referencias como la manera en acercarnos cada día más a un sonido profesional y probado, de manera casi gratuita; ya no estarás tomando decisiones a la deriva si no que tendrás algo con lo que comparar e inspirarte. Veamos algunas sugerencias para hacerlo con éxito.
- Para seleccionar la referencia: hay que tener en cuenta que la referencia sea de alta calidad de audio, comparta el mismo estilo y sea de un arreglo musical similar a nuestra canción; también podemos usar más de una referencia, para hacer un promedio del trabajo de distintas producciones.
- Al importar la referencia: en lo posible es necesario que la referencia esté en un formato de alta calidad como WAV o AIFF, para poder comparar de manera equivalente con nuestro trabajo, si no hay posibilidades de acceso a estos archivos podemos usar servicios de streaming como spotify, napster, etc. teniendo en cuenta que estamos comparando las cualidades objetivas y no la calidad de audio.
- Sobre el nivel de la referencia: en realidad las mezclas de referencia ya han sido masterizadas, por lo que su nivel va a ser considerablemente superior al de una mezcla correcta; típicamente vamos a tener que atenuar la referencia en unos 10-15 dB, para comparar a un nivel parejo contra nuestra mezcla.
- Escuchar objetivamente: es hora de ponernos el traje de ingenieros de mezcla y escuchar con atención la distribución frecuencial de los distintos elementos, la cantidad de bajos, medios, agudos, distribución panorámica, uso de efectos, uso de distorsión y cualquier cosa que podamos percibir.
Si es posible te sugiero que compares las distintas partes de tu canción con el equivalente en la referencia, es decir las estrofas, estribillos, puente, etc. Para ello al importar la pista puedes alinear cada parte de la referencia contra tu mezcla.
Verás que al aplicar el concepto de mezclas de referencia incrementaras tu agudeza auditiva y empezarás a escuchar nuevas cosas que antes no habías percibido en las referencias y poco a poco podrás sumarlas a tu repertorio de mezcla.
Imagen 4: Vista de una sesión de mezcla típica en la que se ha incorporado el uso de mezclas de referencia resaltadas en amarillo. Notar que el nivel de dichas pistas ha sido atenuado en más de 10 dB, para compensar el hecho que son pistas masterizadas.
Puedo dar fe que todos estos tips funcionan, por que los he implementado en incontables veces con resultados favorables y son parte esencial de mi trabajo diario tanto a la hora de mezclar, como para producir música.
Claro que al mezclar vamos a necesitar aplicar otras herramientas y técnicas como la ecualización, compresión, filtrado, el uso de efectos de tiempo, entre otras cosas. Pero antes de poder aplicar dichas técnicas es necesario empezar por el buen camino y creo que estos tips te ayudarán a hacerlo.