[Artículo escrito por Cristof Ensslin, violonchelista y manager de The Wilhelm Brothers, una banda de folk rock de Asheville NC basada en el sonido del cello]
¿Te encargas de conseguir conciertos para una banda indie? ¿Alguna vez te has encontrado con una sala que no quiere que toques otro concierto que caiga cerca en el espacio o en el tiempo? Es muy posible que eso te haya pasado.
Por ejemplo: quieres tocar en una ciudad que está en la ruta de tu gira. Una sala quiere contratarte el miércoles, y la otra el jueves. Hay altas posibilidades de que a una (o ambas) de las salas no les guste el acuerdo. Esto no pasa muy a menudo, pero cuando pasa, tiende a ser en grandes ciudades como Boston NYC, Atlanta.
Es fácil entender por qué las salas piensan así. Claramente, el miedo que es que tu público se divida entre las dos (o más) salas y fechas. Esto es particularmente cierto cuando se trata de la parte del público formado por tus amigos. Puede que seas capaz de convencerlos para que vayan a un concierto, pero no necesariamente a dos. Y si tu público se divide entre dos eventos, las dos salas pensarán que han perdido ingresos. Los alquileres y otros costes son altos y tienden a crecer, especialmente en las grandes ciudades. Así que cada céntimo cuenta. Entendido.
Pero…
Si lees libros de autoayuda, de negocios, historias de éxito, sabrás que la toma de decisiones y los comportamientos basados en el miedo deben evitarse. El pensamiento a partir de la oportunidad (basado en la pregunta “cómo puedo hacer que las cosas sucedan”) es lo que debe favorecerse. Esto es cierto en líneas generales, y también en este caso concreto, el caso de una banda de gira intentado obtener el máximo del dinero gastado en gasolina. Así que veamos todo esto como una oportunidad:
¿Quién conforma tu público?
- Tus amigos.
Como ya he mencionado, quizá no consigas que acudan a los dos conciertos, pero probablemente puedas engatusarlos para que vayan a uno de ellos. Este es el gancho: algunos de tus amigos tienen que entregar un trabajo el jueves por la mañana, así que no pueden salir el miércoles noche. Pero al día siguiente estarán encantados de asistir al concierto.
Y esto funciona también a la inversa. Algunos podrán ir el miércoles pero no el jueves porque sus hijos tienen clase de piano. Al mismo tiempo, tus amigos se lo contarán a sus amigos y los enviarán al concierto. En cualquier caso, la posibilidad de que tus amigos (o los amigos de tus amigos) vayan a un concierto aumenta cuantos más conciertos des en la ciudad.
Esto nos pasa continuamente. Vale, no siempre, pero sí muchas veces. Mucho más a menudo de lo que pensarías si suscribieras los miedos de las salas a que tu público se divida.
- Tus fans
Tus fans escogerán el concierto que mejor vaya con su agenda y la sala que les guste más (normalmente no dependen tanto del precio, especialmente si pueden ir a escucharte por $8 o $12 en una buena sala vs. gratis en un bar ruidoso)
Los superfans irán a los dos conciertos. Llevarán a sus amigos, o al menos les dirán que tocas en la ciudad. Así que el apoyo de los fans (que es el más potente, ya que es auténtico y viene de terceros) aumentará tu atracción de público total, ayudando a los dos conciertos y las dos salas.
- El público propio de las salas
El público de la sala (dependiendo del tipo de sala y su historia) son los habituales, los semihabituales o los clientes esporádicos de la sala. Puede que les dé igual o no quién toca. Sencillamente les gusta la música en vivo (o quizá la comida, o el camarero). Puede que incluso les guste la idea de apoyar la música local independiente. Incluso puede que den buena propina y compren un CD. Pero en la mayoría de los casos no cambiarán el lugar al que van. Son animales de costumbres.
Así que si son gente que sale los miércoles y les gusta la sala A, irán el miércoles a la sala A y quizá decidan quedarse para una ronda más de bebidas si la banda es buena. No les interesa si esa banda da otro concierto al día siguiente dos cuadras más allá.
Lo sabemos de primera mano. Podríamos tocar en la misma ciudad un mes en la sala A, a la gente le encanta, compran CDs, brindan y disfrutan por todo lo alto, nos dan un like en Facebook. Cuando volvemos al mes siguiente (aviso: cumplimos el descanso de 4-6 semanas que la sala nos pidió) a la sala B, esos tipos aun hablan maravillas de nosotros, pero se quedan en la sala A.
- Los asistentes a conciertos locales.
Nuestros favoritos. Estos tipos peinan las guías locales de eventos para ver qué es lo que está pasando en el mundo de la música de su ciudad. Cuando repasan las páginas de arriba a abajo, ven tres docenas de nombres de bandas que nunca antes han oído. Luego ven otro nombre desconocido, por ejemplo el tuyo. Dos veces. Uno al lado del otro. Miércoles en la sala A, jueves en la sala B.
Esto llama la atención, así que hay posibilidades de que estos aficionados a los conciertos te escojan simplemente porque han visto tu nombre dos veces. Marketing básico. Lo que significa que no habrían ido a verte si solo hubieras dado un concierto. Ni siquiera se lo habrían planteado, porque habrías pasado desapercibido.
Ahora que has llamado su atención, estos aficionados a la música mirarán que combinación de fecha, horario, precio y sala les encaja mejor. Si pueden ir al primer concierto (lo que es bueno para la sala A) y les gusta, hay posibilidades de que promocionen tu segundo concierto y lleven a algunos amigos (bueno para la sala B).
Para los cuatro subgrupos de tu público, tocar dos veces seguidas en la misma ciudad, ¡o no es malo o puede ser incluso beneficioso! Así que, por favor, queridas salas, apoyen a sus artistas en gira (y con ellos a sus colegas de las salas locales) y hagan un win-win para todos.
Y aunque, sí, es posible que pierdan algo de negocio una semana (es una posibilidad), las cosas se compensarán a la larga, y la escena musical crecerá y brillará y atraerá a grandes artistas, haciendo que el público local salga y apoye tu negocio de ahora en adelante.
¿Y qué pasa si la sala insiste en un único concierto? Querido artista, por favor respétalos. No estás en su piel, y tienen sus motivos. Especialmente si te lo dicen al principio del proceso de contratación. Si no quieres acceder a su requerimiento, comunícaselo abiertamente, explícales tus razones, y simplemente deja pasar la ocasión, si lo ves necesario, y cambia. Hay muchas otras salas por ahí. A veces es mejor ponerse de acuerdo en no estar de acuerdo, siempre que se hable todo con suficiente antelación.
¿Qué piensas de tocar dos o más conciertos para el mismo mercado en el plazo de dos semanas? Cuéntanoslo en la sección de comentarios.