He ido tocando en distintas bandas durante casi 15 años. Además de ser músico, soy un apasionado del marketing. Durante los últimos años he escrito algunos artículos orientados a ayudar a músicos locales independientes a mejorar su estrategia de marketing online mejorando el conocimiento de su marca, sacando partido a las redes sociales y con una buena presencia online. Tenía sentido. Me gusta el marketing y me gusta la música, ¿por que no integrarlas de alguna manera?
He aprendido mucho a base de trabajar con diferentes clientes a lo largo de los años, y he podido coger algunas de las cosas que he aprendido en mi trabajo diario y aplicarlas a mis proyectos musicales. De todas formas, de lo que no me di cuenta al momento fue de algo que aprendí tocando en bandas que cambió mi visión como profesional del marketing. Aprendí que la imagen es, y muy posiblemente siempre será, más importante que la música. Y lo mismo sucede prácticamente con todo lo demás. La imagen lo es todo.
Por algún motivo lo llaman “show business”. La industria musical (y utilizo el término de forma muy amplia) no está preocupada por el arte o la expresión. No va de identidad ni originalidad. Y, desde luego, no va de talento. Va de dinero. No estoy diciendo que nunca serás apreciado como artista. Tampoco estoy diciendo que ser un genio artístico te excluye del éxito masivo. Quiero decir que la industria musical en su conjunto no está interesada en quién eres a menos que puedan obtener beneficio de lo que tengas que ofrecer, más allá de lo maravilloso o horrible que realmente seas. No es maldad, es simplemente negocio. Como en cualquier otro negocio, incluso los mejores productos no se venden solos: la imagen o la percepción de marca es lo que hace que la gente quiera comprar.
Es interesante que en la mayoría de los casos en que la gente argumenta que la imagen es más importante que la música misma, se refieren habitualmente a la música comercial. ¿Pero es la industria “indie” o “underground” diferente? Seguro. Bleached no gana ni de lejos tanto dinero como Mumford and Sons, pero eso no significa en absoluto que la imagen sea menos relevante. Recuerda, el objetivo de la “industria”, sea grande o pequeña, es vender. Ya sea vender CDs y camisetas o llenar estadios. La escala puede variar, pero es esencialmente el mismo concepto. La escena indie se enmascara sutilmente como un movimiento colectivo que prima la integridad artística sobre la imagen, cuando en realidad, la imagen es la esencia de la industria musical underground.
Hace un par de años, estaba sentado en un bar con un amigo que casualmente también era músico. Nos conocimos después de que nuestras bandas hubiesen tocado juntas una pequeña serie de shows uno o dos años antes. Dado que ambos estábamos en ese momento buscando nuevos proyectos, pensamos, ¿por qué no montar una banda juntos? En asunto de gustos musicales nunca habíamos estado en la misma onda. No fue tocar juntos y gritar “¡es esto!” ni nada parecido. Pero eso no importó. Lo único que teníamos en común era que nos gustaba nuestra música a volumen alto y a toda velocidad. Como el sonido que hace una cuchara cuando esta atascada en un triturador de basura, solo que con más reverberación y acoples. Pero también teníamos otra cosa en común que nos pareció más prometedora que el hecho de que nos gustase la misma banda o subgénero. Los dos teníamos claro lo que queríamos conseguir y teníamos una idea bastante aproximada de cómo podíamos conseguirlo. Todo lo que teníamos que hacer era concentrarnos en la imagen general, y el resto llegaría. En muchos sentidos, la música es la parte fácil. Lo difícil es establecer unos buenos cimientos.
En nuestros primeros meses, hicimos una web, conseguimos un buen seguimiento en redes sociales, recibimos menciones de prensa en algunos diarios locales, todo mientras tocábamos una media de cinco shows al mes. No está mal para una banda local que acaba de empezar. Unos meses después, éramos teloneros de bandas nacionales y cabeza de cartel de festivales locales. Dos publicaciones diferentes nos nombraron “Mejor banda de rock” de South Florida, y otra nos colocó en el número 2 de una lista de las mejores bandas locales de Florida que deberían ser ya famosas. Pronto estábamos rechazando más shows de los que tocábamos. Eventualmente, estábamos haciendo lo que amábamos y siendo pagados lo que pensábamos que merecíamos, lo que era una sensación positiva.
No somos excepcionalmente talentosos o guapos. No practicábamos todos los días o pasábamos incontables horas escribiendo canciones. Tocamos versiones desde los primeros shows y nadie notó nunca la diferencia. Ninguno de nosotros tiene padres ricos y nunca pedimos ni un centavo en una campaña en KickStarter. Básicamente nunca tuvimos algo parecido a un presupuesto. Nunca hicimos camisetas. Nunca fuimos de gira. Nunca grabamos (hasta hace muy poco). Somos solo gente normal con trabajos normales que quería hacer algo especial. La única razón por la que fuimos capaces de conseguirlo fue por la imagen que creamos para nosotros.
Ya sé que la fama y la fortuna no siempre lo son todo, y que muchos artistas simplemente tienen cero interés en comercializar su música en forma alguna. Pero creo que se puede afirmar que la vasta mayoría de artistas indie quieren, por lo menos, ser más conocidos, aunque no sea por el dinero. La fama no es gratis, de todas formas. Tienes que ganártela, no digo que no puedas hacerlo solo con tu música, pero si tienes el paquete completo, tus oportunidades aumentan significativamente. La imagen no significa cambiar lo que eres o a lo que aspiras. No tienes que hacer una declaración de principios o encajonarte en alguna subcultura. La imagen consiste en ser consistente y en un compromiso decidido a un específico tono, apariencia y estilo. Consiste en crear algo que la gente pueda apoyar porque sienten que es algo más que un producto; es una marca en la que pueden confiar.
Artículo escrito por nuestro colaborador Brandon Seymour. Brandon Seymour es fundador de Beymour Consulting – una agencia de SEO y marketing de contenidos de Florida. Brandon es un apasionado de la música en directo y ha tocado en diferentes bandas y cientos de shows durante los últimos 15 años. Puedes seguirlo en Twitter y Google+.