Tengo una amiga que atravesó una mala temporada. Sus problemas eran reales, pero no puede evitar pensar que su lucha había sido tan larga que sus emociones le estaban nublando el juicio en cuanto a lo que era importante y lo que no lo era.
Me preocupé por mi amiga y su manera de afrontar las dificultades. Es fácil perder la perspectiva de los hechos cuando tu vida y tu felicidad mental están siendo atacadas constantemente y sin sentido, especialmente cuando ha estado ocurriendo durante años. Es agotador, no importa lo fuerte que seas, es como estar perdiendo un combate de boxeo y todo lo que puedes hacer es mantener tus guantes en alto para proteger tu rostro.
A veces, los hechos están conectados con historias cargadas emocionalmente que nos contamos a nosotros mismo, algunas malas, otras buenas. Y estas historias podrían ser correctas, derivadas de experiencias de la vida real. Pero a veces, en algún momento, estas historias podrían ser distorsionadas y pasar a ser equivocadas. Se convierten en justificaciones que explican por qué no podemos ganar. Creo que es un tipo de mecanismo de defensa.
Cuento todo esto porque creo que esta idea se aplica a artistas que están intentando mostrar su música al mundo.
Creo que si practicas bien tu arte, y te presentas como un artista atractivo, hay un público que conectará contigo. Pero muchos artistas son tan protectores de su arte, como una mamá oso con su osezno, que eso es un obstáculo en su camino. Esto lleva a estrategias equivocadas, basadas en información incorrecta derivada de las historias que nos contamos a nosotros mismos.
Esta es la razón por la que algunos de ustedes nunca consiguen popularizar su música, se confunden a ustedes mismos porque, en el fondo, la perspectiva del rechazo es demasiado dolorosa.
A menudo se trata de artistas atractivos y con buena música que sencillamente no han dedicado tiempo a aprender marketing. Por ello, su música nunca desarrolla su potencial porque el mercado no sabe por qué deberían interesarle. La distribución es donde los consumidores van a comprar o consumir tu música: el marketing es el porqué deben ir ahí.
Como artista, te corresponde comportarte como si fueras un abogado: debes navegar por el sistema y persuadir al mercado de que crea lo que tu quieres que crea. Tu trabajo como artista es influir en el juicio del mercado.
Es terrible ver cómo fracasan los artistas cuando tienes en cuenta la energía, el dinero y el precioso tiempo que dedican a crear su arte y producir su música, su producto. Hasta que detienen el proceso basándose en excusas caseras que resultan en una pobre ejecución del marketing y en conjurar historias sobre las fuerzas que los apartan de la consecución de sus objetivos.
Se llama auto-sabotaje y no es exclusivo de los artistas. Está en la naturaleza humana. En el fondo, pocos de nosotros realmente estamos convencidos de nuestros méritos y de estar preparados para el éxito, incluso aunque nos digamos que lo estamos.
Que decida el mercado
Este es el trato: tu música será juzgada por el mercado. El mercado es, de hecho, el juez definitivo de cualquier producto, y los artistas lo sabe, por lo que evitan ser juzgados para evitar el dolor de un posible rechazo.
Para tener una oportunidad, debes evitar amargarte y dejar de perpetuar esas historias sobre fuerzas exteriores que te impiden realizar tu sueño. Tienes que hacerte responsable de tu marketing: aprender, ejecutarlo y seguir adelante.
Sí, cometerás errores. ¿Y qué? Cometer errores y seguir adelante es mejor que creer en patrañas y no ir a ningún lado. Es parte de un proceso llamado aprendizaje.
Puedes objetar que eres un artista, y los verdaderos artistas no deberían tener que venderse. Quizá. Estoy de acuerdo, preferiría que los artistas se concentrasen en su arte. Pero tienes que ganar ese status a base de crear los ingresos necesarios para encargar a otros las tareas de marketing. Es vital que aprendas la forma en que de verdad trabaja la industria y sacar adelante tu carrera musical sin ingresos.
Es importante que seas tú quien lo haga. Si no lo haces tú mismo, no tendrás el conocimiento directo de cómo funciona. En cualquier negocio, y no pierdas de vista que eres un emprendedor tratando de iniciar un negocio, necesitas conocimiento práctico de cada paso que has de dar para tener éxito.
Luego, cuando te llegue el turno de salir al campo y batear, necesitarás esta información para hacer un home run; incluso si es con el dinero de otros. Así que no estropees tu oportunidad porque te da miedo el marketing. Es algo ajeno a ti, eso es todo, y como todas las cosas, cuando la dominas te da satisfacciones.
“No tengo tiempo” es una excusa lamentable. Apuesto a que puedes encontrar fácilmente tres actividades que te quitan tiempo y puedes sustituir por una mayor productividad en tu carrera musical. O levantarte una hora antes cada día y leer un libro de marketing. Y luego dedicar los siguientes 30 minutos a aplicar tus nuevos conocimientos.
Para que el mundo te acepte, antes tiene que saber de ti. Una vez te conozcan, quizá te escuchen. Si les convences, quizá compren tu música. Insiste, crea tus propios éxitos, y generarás un impulso importante.
Si el mercado te juzga con dureza, eso es una señal de que tienes tareas pendientes que hacer en tu producto.
Mis primeros conciertos en la escuela y el instituto fueron horribles. Igual que los tuyos. Pero hemos ido mejorando, ¿verdad?
Tu primera canción no va a ser un éxito, pero quizá la que hace un centenar lo sea. La pregunta es, ¿quieres trabajar así de duro? ¿Es tu deseo lo bastante fuerte?
No abandones tu sueño por no trabajar lo bastante duro, nunca te lo perdonarías. Haz de tu arte lo que deseas hacer. Luego entiende lo que hace falta que pase para que el juzgado de la opinión pública te acepte. Y dáselo.