5 lecciones para mi carrera musical que aprendí de la jardinería

Finalmente me he dedicado a la jardinería. Me refiero a la parte atractiva, no a tener manos llenas de callos y al trabajo duro de jardinero. Durante los últimos meses he estado montando mi primer jardín. Naturalmente esto me ha hecho pensar en … carreras musicales DIY!

Es uno de los clichés más viejos, la metáfora de la vida como un jardín (o viceversa). Pero estoy a punto de ir por ahí. Así que saca tu pala de autoayuda y cava conmigo un rato.

Estamos todos preocupados por las cosas importantes, la mortalidad, la falta de control, encontrar un sentido final, tanto si revelamos los signos de ese conflicto en la superficie de nuestras vidas o lo mantenemos oculto en nuestro interior.

Bajo esa luz, pienso que la jardinería es un juego, un pequeño modelo de existencia, y la expresión de cómo intentamos perfilar, luchar contra, o aceptar las variables que están en juego en nuestro mundo. Además, los concursantes obtienen algunos sabrosos vegetales solo por participar.

En un día bueno, un jardín es una parcela de paz en medio del caos, un lugar desde el que disfrutar literalmente los frutos de tu trabajo. En un día malo, no es tan pacífico. Como la vida. Y sí, claro, el ciclo completo del nacimiento a la muerte se hace evidente en el microcosmos de un jardín, a medida que avanzan las estaciones.

Así que, obviamente, hay muchos paralelismos entre jardinería y vida. Así que pensé que podíamos revisar algunos de ellos que pertenecen concretamente a la vida del músico.

  1. Empieza con buena tierra

En mi patio el terreno es más bien arenoso, así que construí una jardinera elevada y la llené con una mezcla de compost, marga y vermiculita. Una buena base para mi jardín. No quería tener que luchar con el suelo original para conseguir que germinasen las semillas. Idealmente, tú puedes preparar un lugar igual de fértil en tu vida desde el que crezca tu carrera musical.

¿Cuál es tu fuente de inspiración y de energía en la vida? ¿Es esa fuente lo suficientemente sólida para proporcionarte fuerza a largo plazo? Si es así, fantástico. ¡Es hora de sembrar! (Lo que podría ser la grabación de un álbum, preparar una gira, etc.)

Pero si estás en apuros por algo serio –consumo de drogas, problemas con tu pareja, problemas de salud mental o emocional– es buena idea posponer cualquier “esfuerzo pesado” (lanzamiento de un disco combinado con relaciones públicas y campañas de radio, giras, etc.) hasta que esas cosas se hayan solucionado con toda la atención que se merecen.

Por supuesto que no es tan sencillo poner tu vida “en pausa” hasta que tengas todo perfectamente organizado, así que, de todos modos, trabaja sobre tus objetivos musicales algo cada día. Simplemente no sabotees tus esfuerzos intentando hacer crecer los tomates más jugosos del mundo a millas de distancia de una fuente de agua.

  1. Conviértelo en una práctica diaria

Como dije más arriba, tu carrera musical, como la jardinería, debería ser un hábito diario, incluso si solo pasas 15 minutos al día en ello. Regar las plantas, remover el compost, sembrar… siempre hay algo que hacer. Como en la música: componer, grabar, contratar conciertos, hacer promoción, practicar, etc.

Y en un día de lluvia (cuando no tengo que regar el jardín), siempre encuentro algo relacionado con la jardinería en que emplear el tiempo, como leer sobre cómo cuidar las plantes, o escardar las lechugas. Si te cae del cielo una propuesta para un concierto, ¿qué otra cosa puedes hacer con esos minutos o esas horas que pasarías enviando emails a salas?

  1. Sigue regando, incluso si empiezas a perder la fe

Hay algo muy común entre los músicos: la incapacidad de saber cuándo tus esfuerzos te están llevando al siguiente nivel en tu carrera,

En Maine, aún hace frío en Abril, y tenemos un Mayo y un Junio frescos. Así que cuando en otros estados están en plena estación de crecimiento, las cosas son aun un misterio aquí. ¿Germinarán esas semillas? ¿Necesitan más tiempo para desarrollarse esas raíces antes de

La respuesta a estas preguntas es: quién sabe, ¡sigue regando!

La respuesta no es tan sencilla cuando se trata de tu vida musical, ya que requiere algo más que agua, pero la idea es la misma: sigue en ello.

Y esto muchas veces puede ser cierto incluso confrontado los datos. Por ejemplo, puedes pactar una residencia mensual en una sala local: el primer mes, todos tus fans y amigos acuden; el segundo mes hay una ligera caída en la asistencia; el tercero se ve una caída aun mayor; de repente en el cuarto mes la asistencia es mayor que el primer mes, y desde ahí va creciendo gradualmente.

O decides postear un vídeo de un cover de una canción en YouTube cada semana. Mirar las estadísticas puede ser decepcionante durante los primeros seis meses, pero de repente publicas un vídeo de un cover justo en el momento preciso y la gente empieza a compartirlo. Esto aumenta las visitas a tus vídeos anteriores Y tambjén crea expectativa sobre tus futuros vídeos. ¿Qué hubiera sucedido si lo dejas a los 5 meses?

Así que aunque no veas nada brotando de la tierra, sigue regando.

  1. Protege, y poda

Tu carrera musical, constituida por tu música, los miembros de tu grupo, tus fans, y las relaciones que has forjado con agentes, publicistas, promotores de radio, managers, directores, diseñadores, y otras bandas, te ha llevado tiempo en su construcción, y debería ser protegida de las ardillas… umm, quiero decir, gente (y otras fuerzas) que amenazan su salud.

Pero no basta limitarse a poner una alambrada y darlo por bueno. Tienes que controlar las hojas en busca de plagas, mirar si el suelo tiene marcas o ha sido escarbado, etc. La buena noticia es que cuanto más regularmente te impliques en la gestión y dirección de tu carrera musical, más fácilmente detectaras amenazas, porque estarás familiarizado con ellas.

A veces el jardín es amenazado desde dentro y tendrás que podar. Lo mismo ocurre con una carrera musical. Si un miembro de la banda, o un manager, o alguien asociado a tu música no trabaja para la buena salud del conjunto, podría llegar el momento de romper lazos (aunque siempre es bueno hablar de ello primero y ver si un poco de agua y sol pueden funcionar antes de ir a por las tijeras).

  1. ¡Constancia! Que no te falte.

Estoy en mi primer año de jardinería. Hay una curva de aprendizaje. No espero tener una cosecha gigantesca. De forma similar, debes tener expectativas realistas cuando empiezas en la música. Podrías no poder dejar tu trabajo habitual después de los primeros meses, pero es que así es como funciona.

Aprende todo lo que puedas, y luego sé consciente de que aunque estés ganando en experiencia, aun eres objeto de burlas: mal tiempo, errores, insectos, plagas. O mejor: una gira que ha ido mal, el saxofonista dejando el grupo para volver a estudiar, la vez que tocaste en Boston cuando los Red Sox jugaban la World Series, etc.

Apunta alto. Espera contratiempos. Acepta lo que puedas, y sigue haciendo la música que necesitas hacer.

¿Hay otros paralelismos entre jardinería y música? Cuéntamelo en la sección de comentarios.