Una masterclass sobre contratos musicales
El abogado Steve Gordon está escribiendo una serie magnífica en Digital Music News sobre los contratos en la música — 11 tipos diferentes de contrato, para ser exactos.
Cada artículo de esta serie profundiza en uno de esos tipos de contrato (acuerdos con discográficas, licencias de sincronización, acuerdos en bandas, contratos de management, etc) y empieza a partir de la premisa de que no existe un contrato “standard”, pero que todas las negociaciones suelen empezar con un documento-tipo.
Gordon dice:
A menudo hay dos versiones de contrato-tipo: una que defiende los intereses de los creadores, incluyendo artistas, compositores y productores, y otro que defiende los intereses de las compañías que hacen negocios con ellos, como discográficas, editores y managers
Es importante entender qué intereses se están protegiendo en cada aspecto de tu contrato, porque, en palabras de Gordon, “las partes normalmente tienen intereses opuestos”.
El contrato de management
En uno de los posts, Steve Gordon, divide en dos las versiones de un contrato de management (puedes recorrer el contrato y ver sus comentarios punto a punto): el contrato de management pro-MANAGER y el contrato pro-ARTISTA.
En los “viejos tiempos” (el siglo veinte), el objetivo primordial de un manager era conseguir que una banda firmara con un sello discográfico (idealmente con un buen adelanto económico), y a continuación actuar como enlace entre el sello y el artista (abogando por los derechos de la banda).
Ahora que los sellos son mucho más alérgicos al riesgo y no quieren firmar con artistas hasta que esté probado que pueden crear una base de fans y hacer dinero, el papel del manager musical ha cambiado dramáticamente.
Los managers ahora se encargan de muchas de las responsabilidades de un sello (asegurar la distribución, trabajar más cerca de publicistas, promotores y agentes, etc.). En algunos casos, más responsabilidades significa más puntos a negociar en un contrato. Y, por supuesto, todas las viejas preguntas deben seguir teniéndose en cuenta: ¿quién se encarga de tomar las decisiones, quién cobra qué, cómo se rinden cuentas entre una y otra parte, y qué duración tiene tu contrato?
Estas son solo algunas de las consideraciones a tener en cuenta cuando negocies un contrato de management.
Para ver en la práctica el meollo del asunto, lee “The Management Contract That Every Artist, Songwriter, and Producer Should Have.”
¿Has tenido que negociar un contrato de management (a uno u otro lado de la mesa)? ¿Qué tal fue? ¿En qué puntos fuiste flexible? ¿En cuáles no diste tu brazo a tocer? Cuéntanoslo en la sección de comentarios.