Compartir los créditos en una era sin notas interiores

Músicos: prescindir de los créditos puede ser perjudicial para el sustento de nuestros colaboradores. Pongámosle solución.

Cuando llegó el momento de grabar mi primer disco en solitario – poco después de mudarme a Portland, Oregón, donde conocía a muy poca gente de la escena musical – me volví loco con las carpetas de CD de dos álbumes de grupos locales que me encantaron, y mira por dónde, ambos discos estaban producidos por el mismo ingeniero de sonido. ¡Enterarme fue de lo más sencillo!

Le escribí un email, presentándome a mí y presentando también mi música, y dos meses después estábamos en su estudio acabando las mezclas.

Productores, ingenieros de sonido, músicos de sesión, autores de canciones – todos ellos consiguen trabajo de esta manera. Ves su nombre en los créditos de algún artefacto musical que adoras y les preguntas si estarían interesados en tu proyecto. En el mejor de los casos contestarán afirmativamente.

Pero en el mundo de la música digital, los «créditos» son más difíciles de encontrar.

Pensabas que iba a ser justo al revés, ¿verdad?

Algunos de mis amigos ingenieros/productores me han contado que, en los últimos años, han tenido que moverse más que nunca para encontrar clientes. Los clientes que SÍ les llaman , lo hacen por las referencias que les llegan a través de otros artistas con los que estos amigos han trabajado gracias al boca a boca (la mejor clase de referencia), pero son los menos los que se acercan a ellos con consultas del tipo «hey, he visto que aparecías como productor en los créditos de tal canción…»

Por supuesto los créditos siguen apareciendo en las notas interiores de los CDs y los vinilos, pero hoy la mayoría de gente consume música a través de los servicios de streaming, y no hay una manera sencilla de pinchar en una canción en Spotify y ver quién ha arreglado las partes de cuerda o creado ese sonido de sintetizador alucinante.

En los tiempos que corren, con el foco puesto en los metadatos, ¿no debería existir una norma en la industria que obligara a incluir los créditos (en todas las plataformas) referidos a la producción, programación de bases, músicos de sesión, co-autorías, ingeniería de sonido, y demás?

Pero no. Aún no ha aparecido para la música digital ninguna solución destinada a compartir los créditos que sea fácil de usar y sirva en todos los casos.

Así que nos corresponde a nosotros, los artistas, compartir también online los créditos de los siguientes colaboradores:

• autores de canciones
• productores y programadores de bases rítimicas
• ingenieros de sonido
• arreglistas
• músicos de sesión
• miembros de la banda
• solistas destacados no incluidos como «destacados» en el nombre del artista
• nombre de los estudios y localización (sobre todo porque debes poder liberar las regalías adicionales si tus canciones fueron grabadas en determinados territorios)

Hasta que sea una práctica habitual de las plataformas de música digital solicitar y mostrar los créditos, necesitamos hacer lo que esté en nuestra mano, asegurándonos de que la información está lo más accesible posible para cualquiera que pueda sentir curiosidad por la creación de una canción o un álbum.

Aquí tienes una lista de sitios donde pueden publicarse los créditos al completo:

1. Descripciones de vídeo en YouTube y Vimeo
2. Notas de la canción o el álbum en CD Baby, Bandcamp, etc.
3. Tu página web
4. Entradas de los álbumes en la Wikipedia
5. Blogs, boletines electrónicos, o publicaciones en plataformas sociales detallando la creación de una determinada canción

Además deberías intentar enviar los créditos (junto a la información más general sobre tu música) a cualquier base de datos online de relevancia, incluyendo AllMusic/Rovi.

No es una solución perfecta, pero es una cortesía que puedes mostrar hacia aquellos que te ayudaron a crear tu música.

[Y ya que hablamos de los créditos, las notas interiores que aparecen en la foto superior pertenecen al álbum de Jeff Daniel de 2014 titulado Days Like These, y disponible en CD Baby.]