Estudiar la estructura de las canciones puede ayudarte a aprender rápidamente nuevo material

 

Hace poco publicamos “8 consejos para ayudarte a aprender nueva música… deprisa” que da consejos sobre como asimilar muchas canciones nuevas en poco tiempo y ofrece herramientas para que puedas lanzarte a nuevas situaciones musicales con limitado aviso previo y tocar la música como si la dominases.

Aunque las estrategias que incluyen escucha y práctica concentradas son clave para aprender mucha nueva música rápidamente, fijarse en los esqueletos de las canciones disminuye la cantidad de tiempo necesario para ir de una primera escucha a una interpretación sólida y de calidad.

Prioriza la estructura

Situarte mentalmente en un mapa de carreteras sónico es la mejor manera de hacer tangible una canción que intentas aprender. ¿La canción sigue una progresión típica estrofa-estribillo-estrofa-estribillo-puente-estribillo? ¿O es algo menos convencional, por ejemplo, estrofa-estrofa-estrofa-puente-estribillo? ¿Todas las estrofas tienen la misma longitud o algunas saltan antes hacia el pre-estribillo? Si puedes desglosar la estructura de una canción de forma que siempre sabes lo que viene a continuación, estarás bien situado para ofrecer una interpretación eficaz, incluso con mínimo tiempo de preparación.

Prioriza elementos clave

Cuando tienes que aprender mucha música y tiempo insuficiente para hacerlo, piensa de forma práctica y sin compasión.

En lo que se refiere a la interpretación, ¿hay una gran diferencia si no tocas los voicings concretos de los acordes indicados en el puente de la canción, siempre que sigas el tempo y la estructura armónica básica? Quizás no.

Por otra parte, ¿afectará al fluir de la canción saltarse el gran break al final de la segunda estrofa que lleva al estribillo en forma de himno? Sí, probablemente.

Si tienes un tiempo extremadamente limitado, intenta identificar los puntos de la canción más críticos que debes hacer perfectamente y dedícate a dominarlos. ¿Las partes menos importantes? Deja esto para el tiempo que te sobre, una vez tengas los elementos vitales completamente bajo control.

Identifica los puntos problemáticos

¿Hay una determinada progresión de acordes que te confunde cuando tocas la canción? Si después de tocarla dos o tres veces aun te ves tropezando con el mismo elemento musical, es momento de parar y centrarse en el mismo. Toca repetidamente el compás o compases en cuestión, despacio, hasta que sientas que esa sección está grabada en tu cerebro. Luego, sube poco a poco el tempo y empieza a tocar ese punto problemático en su contexto. Quizá aun tropieces un poco en él cuando lo toques en el contexto de toda la canción, pero cuanto más tiempo puedas centrarte en esos puntos difíciles individualmente, más fácil será luego integrarlos sin costuras en tu interpretación (y saber continuar sin perder el compás si algo falla durante la interpretación). 

Busca patrones

Recientemente me pidieron que tocase a vista lo que parecía una canción complicada para un nuevo cantante con el que estaba trabajando. Afortunadamente había partituras, pero lamentablemente no había símbolos de acordes que seguir y la música era densa y muy cromática.

Sin embargo, al tocarla, empecé a notar que había muchas repeticiones en la canción, al menos en la parte que tenía que tocar. Una figura rítmica y melódica parecía sucederse una y otra vez, simplemente traspuesta a diferentes tonos y tocada en un diferente contexto de acordes.

En cuanto establecí esta conexión, pude dejar de centrar mi atención en intentar leer cada una de las notas a medida que aparecían, y pasar a ver dónde volvería a salir ese patrón concreto y cómo tocarlo de forma que apoyase mejor al cantante en su interpretación. Esto fue mucho más divertido, útil y eficaz que simplemente intentar salir adelante en un bosque de notas, sostenidos y bemoles.

Cuando aprendes nuevas canciones, busca cualquier tipo de patrón, ya sea una repetición o una estructura de acordes, ritmo, línea melódica u otro elemento. Cuantos más patrones identifiques, más atención podrás prestar a otros elementos de la canción, entre ellos pasarlo bien y cuajar una buena interpretación.

Busca similitudes con otras canciones

En géneros como pop, rock, blues y country, los patrones de acordes y ritmos pueden ser muchas veces similares entre una canción y otra. ¿El puente de esta nueva canción que estás aprendiendo sigue la misma progresión armónica que tu canción favorita de los Beatles? ¿Los golpes rítmicos del estribillo te recuerdan “Radioactive” de los Imagine Dragons? Usa estas similitudes a tu favor, cuanto más puedas usar como referencia material que ya conoces al tocar nuevas canciones, menos tendrás que aprender de cero y más energía podrás poner en una interpretación musical memorable.

¿Cómo te enfrentas al aprendizaje de mucha música en poco tiempo? Cuéntanoslo en los comentarios.