El ecualizador (EQ) es una herramienta muy potente que está por TODAS PARTES. En serio. Abre iTunes y mira el menú “Ventana”. Ahí está. Como músico, te encontrarás con alguna forma de EQ virutualmente en cada mezclador y amplificador. Y esto es fantástico, porque si dedicas un poco de tiempo a desarrollar tus habilidades de ecualización, pronto serás capaz de conseguir un control mucho mayor sobre tu sonido, no importa en qué tipo de lugar estés tocando. Este artículo es para grupos nuevos que buscan tomar el control de su sonidos y llevarlo a un nivel superior. ¿Quieres asomarte a los principios básicos? Estás en el lugar adecuado. Bienvenido.
Para empezar: ¿Qué es un ecualizador?
Hay muchas clases diferentes de EQs —gráfico, paramétrico, semiparamétrico, etc.– y aunque cada uno se usa de una forma ligeramente diferente, todos cumplen una misión similar: Un EQ sube o baja un grupo de frecuencias. Por ejemplo, piensa en el botón “Bass” (o “Graves”) de un amplificador: es una forma sencilla de EQ que controla las frecuencias bajas. Familiarizarte con la noción de frecuencias es un primer paso en adquirir el control de tu sonido en directo.
El EQ gráfico de iTunes controla 10 bandas de frecuencia.
Fijémonos en el ecualizador de iTunes (si tienes iTunes, clica “Ventana” y “Ecualizador”). Verás un EQ de 10 bandas como el de la imagen. Los números al pie de cada control son las frecuencias —p.ej, el control etiquetado “32” actúa sobre los sonidos muy graves, alrededor de 32Hz. Nuestros oídos generalmente pueden oír entre 20Hz y 20000Hz (20kHz), ¡así que este EQ cubre todo el espectro!
Los diferentes rangos de frecuencias poseen diferentes calidades, caracteres, comportamientos, ¡y conocerlos es la base de tu futuro dominio de la ecualización! Por ejemplo, demasiado volumen en el entorno de 1kHz resultará en un sonido nasal; y demasiado poco en los 8kHz sonará apagado. Sabiendo esto, podemos subir y bajar los controladores adecuados para resolver el problema. En el vídeo puedes escuchar algunos ejemplos de esto.
Ecualizar una banda: ¡es un deporte de equipo!
Antes de entrar en algunos detalles, hay dos puntos FUNDAMENTALES, muchas veces obviados por los principiantes, que nunca me canso de destacar:
1. Aunque todos los instrumentos suenen geniales por separado, puede que no suenen bien juntos. Ecualizar un grupo de músicos va de asegurarse de que suenan excelentes juntos. Si coges una banda con un gran sonido y pones a uno de los miembros a tocar solo, que no te sorprenda si no suena perfecto: un bajo puede sonar opaco, una guitarra o una voz pueden sonar delgadas. ¡Eso es OK! Todos estos instrumentos dejan espacio en su sonido para encajar unos con otros y crear un sonido conjunto impresionante. En un show, ustedes tocan juntos —así es también como deben ecualizar. Ecualizar es un deporte de equipo.
2. Para que un instrumento suene lo mejor posible, ten en cuenta la configuración de los demás. Por ejemplo, si el bajo tiene sus agudos potenciados, la guitarra puede no conseguir hacerse oír a través de ellos. Subir esa guitarra, en lugar de retocar los settings del bajo, puede causar aún mayores problemas.
¿Qué hacer? Una regla básica para los que se inician en la ecualización es dejar que cada instrumento tenga su zona. En el clásico cuarteto (guitarra, bajo, voz, batería), asigna al bajo los graves hasta 200Hz (baja estas frecuencias en guitarra y voz), dale los medios a la guitarra (aproximadamente hasta 1kHz), y deja que la voz destaque asignándole los medios—altos (alrededor de 4kHz). Una manera fácil de recortar los medios—altos de una guitarra eléctrica o bajo es con el botón de tono de los mismos instrumentos. Puede ser un cambio mínimo—incluso 1/8 de vuelta del botón puede hacer maravillas.
Las voces: hazlas brillar
Para que las voces suenen bien en un equipo de sonido básico, puedes hacer algunas csas sencillas (nos centramos aquí en las voces, pero muchos de estos trucos funcionan con todos los instrumentos).
Baja los graves. Las mujeres generalmente no cantan mucho más abajo de los 200Hz, 100Hz en el caso de los hombres. Así, cualquier sonido por debajo de esas frecuencias que se cuele en el micrófono probablemente no nos interese. Quizá sea el rumor del tráfico cercano, o algún zumbido eléctrico de baja frecuencia. ¡Deshagámonos de ellos!
El siguiente paso depende de tu equipo. Seguramente tendrás al menos un EQ semi—paramétrico para los medios de la pista vocal. (Un momento, ¿qué es un EQ semi—paramétrico? Es, sencillamente, dos botones: uno para la frecuencia y otro para el nivel). Ahora escucha las voces (con toda la banda tocando), y elige el problema que te resulte más obvio: sonido apagado, nasal, falta de calor, o falta de presencia. ¿Ya tienes uno? Entonces sigue la instrucción, de las que siguen, que corresponda. Si tienes cuatro de esos EQs semi—paramétricos, puedes seguir con las otras tres instrucciones cuando estés listo. ¡Si no es así, tendrás que escoger cuidadosamente!
Un ecualizador semi—paramétrico controla el volumen del sonido en una frecuencia específica.
Sube el rango de presencia. A veces pones un disco o vas a un concierto, y puedes oirlo todo claramente: voz solista, coros, guitarra, bajo, batería—y suena perfecto. Y además, descubres que un instrumento en particular destaca —normalmente la voz solista. Puedes situar un instrumento en primer plano fácilmente con el control de presencia (en torno a 4 kHz). Por ejemplo, si quieres que las voces destaquen, sube esta frecuencia en las voces y bájala en todo lo demás. Cambios de apenas 3dB (esto es muy poco) pueden dar grandes resultados.
Reduce el sonido hueco/confuso o incrementa la calidez La zona de calidez/sonido hueco está en torno a los 250Hz. Si tus voces suenan huecas o poco claras y las palabras no se entienden, necesitarás reducir esa frecuencia. Por otra parte, si las voces suenan débiles y precisan algo de calidez, deberás subirla.
Reduce el sonido nasal. La región nasal está por 1kHz. Si te parece que las voces suenan demasiado nasales, recortar esta frecuencia un poco puede mejorar perceptiblemente.
Encontrando la frecuencia. Ahora que sabes qué rango de frecuencias ajustar, ¡vamos a mejorar el sonido de esas voces! Vamos a suponer que tienes un EQ semi—paramétrico para los medios (citado más arriba). Para empezar, mueve el botón de nivel casi a tope hacia arriba o abajo, dependiendo de si quieres recortar (p.ej. para que el sonido sea menos confuso) o subir (p.ej. para subir presencia). A continuación, dile al cantante que cante con normalidad (que no se limite a decir: “check, 1, 2…”), con o sin banda, mientras mueves lentamente el botón hacia el rango de frecuencias que quieres cambiar. Por ejemplo, muévete de 2kHz a 8kHz para actuar sobre la presencia. En algún punto el efecto será evidente—esta es la frecuencia mágica, y es diferente en cada caso. Retoca el efecto hacia un resultado algo más sutil, y ya lo tienes.
Recuerda: cuando ecualizas la voz, tu objetivo es que suene bien con la banda, no por sí sola. ¡Asegúrate siempre de hacer parte de la ecualización con todo el grupo tocando!
Advertencia: Ecualizar es magnífico si…
Mejorar tus conocimientos de ecualización puede llevar a una mejora muy grande en la forma en que tus canciones llegan al público. Pero, como cualquier otro efecto, no es una solución para todo: las canciones han de ser buenas, y la interpretación ha de ser precisa e interesante. La música sale del corazón, se abre camino a través de tus instrumentos y equipo de sonido y conecta con tu público. Conocer los efectos, como la ecualización, ¡te garantiza que todo llega de una pieza! Y para ustedes, vocalistas, controlen la distancia con el micro! En caso de dudas y si utilizan el típico micro tipo SM58 que encontrarán en la mayoría de clubes, ¡manténganse muy cerca!
Entrena esos oídos: ¡bienvenido a hearEQ!
Desarrollar unas buenas capacidades de ecualización incluye tanto conocimientos como experiencia —y esa experiencia práctica es al principio difícil de adquirir. Aquí es donde entra hearEQ. Si eres usuario de iPhone o iPad, prueba la app hearEQ–una app de 99cents que te enseña y te ayuda a ecualizar utilizando ejercicios personalizados —todo sobre tus propias pistas. Entender cómo suenan los diferentes rangos de frecuencias —para poder decir cosas como “hey, parece que al bajo se le podrían recortar un poco los agudos”, o “las voces podrían ser más cálidas, subamos algo en torno a 300Hz”—es una habilidad importante y hearEQ te ayuda a adquirirla. Estamos super orgullosos de esta app, y confiamos en que te parecerá tan útil como a nosotros.
[Por Alex Andrews de Ten Kettles Development.]