10 consejos para conseguir conciertos en una sala

Hoy vamos a hablarte de cómo conseguir conciertos en una sala. Una sala y un festival al aire libre son cosas muy diferentes, y las personas que escogen a los músicos (quienes pueden abrirte una puerta, los programadores o compradores de talento) tienen objetivos de negocio muy diferentes.

Durante años trabajé en una sala pequeña (capacidad para 350 personas) como responsable de comunicación y formando parte del equipo de programación. La sala estaba en el centro de Madrid, y estaba de moda, era lo que los estadounidenses llaman un hot spot.

En la sala hacíamos dos o tres conciertos al día, y al acabar la música en vivo comenzaban los DJs. Celebrábamos todo tipo de eventos, de conciertos a 100€ el tícket a otros con entrada libre. Tuvimos sobre el escenario a nombres tan conocidos como Steve Gunn, Natalia Lafourcade, Tiff Merritt o Jorge Drexler y también a bandas que por primera vez se subían a un escenario o a los participantes de una velada de micro abierto (un mínimo de dos conciertos al día durante 365 días al año da para mucho). Nuestro objetivo como sala era, por supuesto, hacer negocio. Pero hacerlo sin descuidar nunca la calidad de la música.

Conozco los entresijos de la profesión, y por ello me atreveré a darte algunos consejos; espero que mi punto de vista te sirva en tu carrera como músico independiente.

  1. Busca las salas que sean apropiadas para ti, para tu música

¿Eres cantautor? ¿Haces Trap? ¿Música electrónica dance? Las salas suelen programar un abanico de estilos (del jazz a la americana pasando por el reggaetón), pero cada sala tiene su propio abanico. No tiene sentido que tu grupo de dark metal o música urbana se empeñe en tocar en una sala que no ha programado nunca estos géneros. Investiga las salas de la ciudad en la que quieres tocar. Escoge las que sean adecuadas a tu identidad como músico. Y, a poder ser, aquellas que tengan fama de atraer a un público que ama la música en vivo (pues esto suele suponer buen sonido, buenos técnicos, buen staff…).

  1. Conoce bien tus objetivos

¿Por qué quieres tocar en una determinada sala? ¿Para darte a conocer? ¿Por pura diversión? ¿Para ganar dinero? ¿Para incluir determinada ciudad en una gira? ¿Quieres telonear a un grupo que sabes que va a tocar allí para acceder a una audiencia similar a la tuya pero que no está a tu alcance?

Cuando contactes al comprador de talento o programador, tener claro tu objetivo te será de gran ayuda, porque comunicárselo con franqueza le será de gran ayuda a él.

  1. Como diría el clásico: lo bueno, si breve, dos veces bueno

¿Cómo vas a contactar con el programador? ¿Te han dado su teléfono? ¿Por mail o a través de tu epk (kit de prensa electrónico)? En cualquiera de los casos, sé breve y ve al grano, los programadores suelen estar estresados y tener sobrecarga de trabajo. Una breve intro debe servirte para explicar quién eres como músico, cuál es tu trayectoria, en qué fase de tu carrera estás… No me extenderé más.

  1. Enlaza siempre a un video en vivo

Las referencias (sueno como Rosalía o dicen que nos parecemos a los Jayhawks) pueden no estar mal, pero el programador quiere saber quién va a subirse a un escenario. Por eso, independientemente de que le propongas escuchar tu música ya grabada, intenta incluir siempre en tu envío un video en vivo. El mejor que tengas, tanto a nivel de imagen como de sonido. No hace falta que sea un video con múltiples cámaras, ni tampoco que hayas de gastarte necesariamente un montón de dinero en grabarlo, pero ten en cuenta que este video hablará de ti como músico y como profesional, y lo hará con mucha más veracidad que tus miles de seguidores en Instagram o tus cientos de asistentes a un evento en Facebook.

Y no se te ocurra adjuntar el archivo del video. Ningún programador se descarga los archivos de un artista que no conoce. Un enlace a YouTube o a tu web será mucho más rápido y efectivo.

  1. No seas diva. Respeta la marca de la sala

Tal vez te contraten en alguna sala en la que la gente va a ver música en vivo independientemente de que conozcan o no al artista, ese tipo de sala que abre todos los días y que muchas veces (entre semana o en temporada baja) programa conciertos con entrada libre o con consumo mínimo.

En este tipo de conciertos puedes encontrarte con un público muy entendido o con otro poco respetuoso y hablador. En cualquier caso, da lo mejor de ti. No te enojes por el micro, ni con el staff, ni siquiera cuando algo falle sin que sea culpa tuya. Maneja la situación con amabilidad, no montes un escándalo, aprende de la experiencia. Recuerda que las copas ayudan a mantener abierta una sala con música en vivo a diario, y eso nos interesa a todos los aquí presentes, ¿verdad?

  1. ¿Ni siquiera tu madre se sabe el nombre de tu banda? No descartes hacer versiones

Un consejo breve relacionado con el anterior. En ocasiones he visto cómo un artista poco conocido que estaba presentando su música original atraía la atención de un público distraído haciendo alguna que otra versión.

A la gente le gusta estar familiarizada con lo que escucha y una versión (cover) puede abrir las orejas de personas que hasta ese momento estaban completamente sordas a tu música.

  1. Tal vez el programador no esté en la sala, pero su equipo sí, tenlo en cuenta

Muchas veces el programador no está en la sala y son el técnico, los camareros y el resto del staff quienes le hablarán de tu actuación. «No vino nadie al concierto, pero el grupo estaba buenísimo, de verdad, podríamos programarlo un día mejor» es algo que me ha dicho un camarero infinidad de veces. Y muchas veces le hice caso.

En una buena sala hasta el encargado del guardarropa sabe de música, especialmente de música en vivo. No lo olvides, podrían darte otra oportunidad, harán correr la voz, etc.

  1. La sala hará su promo, pero eso no significa que tú debes dejar de hacer la tuya

He visto a artistas de renombre internacional hacer promo de su concierto en la sala incluso a sabiendas de que se había vendido el 100% de las entradas, lo cual habla mucho y bien de su talla profesional.

Todos sabemos de qué va esto, de conseguir que la buena música sea negocio, y todos los esfuerzos suman.

  1. Cuando hables de dinero sé sincero

Es difícil aconsejarle a alguien lo que tiene que cobrar por un show, pues los puntos a tener en cuenta son muchísimos. ¿Te conviene tocar por 100 dólares a cambio de verte en una sala en la que tocan artistas conocidos de tu mismo estilo? ¿Estás dispuesto a hacerlo a cambio de solo una buena cena y unas copas? ¿Tu banda reside lejos de la sala y además de tus 2.000 dólares necesitas hotel, kilometraje, cena y desayuno? Tú eres quien mejor lo sabe.

Mi consejo es: sé sincero, directo y muéstrate abierto a negociar, algo del tipo «por un concierto como esto yo suelo cobrar tal cantidad, ¿tú qué me ofreces?» puede valer.

Si el programador es un buen programador, y si le gusta de verdad tu música hará lo que esté en su mano para programarte, pero seguramente negociará: a lo mejor te enseñan un clipping de prensa con miles de impactos para que entiendas su inversión en promo, o te hablan del equipo de sonido recién mejorado que ha costado mucho dinero, o de la atmósfera especial y única que se respira en la sala… La decisión será tuya.

Mi recomendación es que estés abierto a negociar. Las negociaciones pueden acabar sorprendentemente, por ejemplo: yo mismo tuve a un miembro de R.E.M. durmiendo y comiendo en mi casa porque el presupuesto no me daba para pagarle el hotel, el caso es que se lo propuse y el gran Scott McCaughey aceptó, y sé que ambos seguimos alegrándonos de que lo hiciera.

  1. Nunca te devalúes a ti mismo

Y ya para terminar con el asunto del dinero, lo más importante: no aceptes nunca un trato que no sea beneficioso de algún modo u otro para ti. Si cobras menos de lo esperado, ten claro por qué motivo lo haces, y déjaselo saber a los demás.

Nunca te devalúes como artista ni como profesional, o las cosas podrían comenzar a ir de mal en peor.