10 consejos para trabajar como músico de acompañamiento y/o de sesión

En primer lugar, dejemos las cosas claras:

  • Llamamos músico de acompañamiento (side-man o side-woman, en inglés) al músico que es contratado para tocar en vivo (en un concierto, como miembro adicional de una banda, en una determinada gira, en un Late Night, etc.).
  • Por su parte, un músico de sesión es aquel que es contratado para grabar música en un estudio (música que puede estar destinada a una película, un álbum, un jingle publicitario).

Aquí te daremos algunos consejos que pueden ser de gran utilidad para trabajar como músico de acompañamiento y/o de sesión. En realidad, todas ellas se pueden resumir en una frase: domina y conoce tu oficio.

Esperamos que los siguientes consejos te ayuden a conseguirlo.

  1. La cifra de las 10.000 horas

Se dice que para dominar cualquier oficio hay que haberle dedicado no menos de 10.000 horas. Es solo una cifra, lo que importa es comprender que para trabajar como músico de apoyo o de sesión debes haber hecho ya mucho callo con tu instrumento (guitarra, teclado, voz…).

  1. Practica de manera eficiente

Debes tener claro que, en la gran mayoría de ocasiones, vas a tocar para otros, a tocar lo que otros te digan, y a tocarlo como ellos quieren que lo toques. Esto es importante a la hora de enfocar tu práctica y desarrollar tus propios métodos para aprender la música de otros de la mejor manera posible, con la mayor rapidez, adaptándote a diferentes estilos y géneros (a no ser que quieras centrarte en uno solo, la especialización puede ser también una buena estrategia).

Para esto, saber cualquier tipo de notación musical te será de gran ayuda, aunque sigue habiendo músicos excelentes que trabajan de oído y anotando en un papel arrugado extraños signos que solo ellos son capaces de descifrar.

  1. Ten un sonido propio

Puede parecer que este punto contradice al anterior, pero no es así. Independientemente de tu habilidad para adaptarte a la música de los demás, no dejes de desarrollar un sonido propio. Por ejemplo: puedes ser un baterista capaz de adaptarse a múltiples estilos, pero siempre tendrás tus preferencias a la hora de afinar el instrumento y microfonarlo, de utilizar las baquetas, preferirás unos platos de tal marca y no de la otra.

Lo mismo sucede con cualquier otro instrumento. Tener un sonido propio hará que te busquen a ti y no a un músico (de acompañamiento o de sesión) cualquiera.

  1. Lleva siempre tu equipo de referencia encima

Quien tiene un sonido propio tiene un equipo de cabecera: un determinado amplificador, un pedal, un micrófono, un afinador, cables, tapones para los oídos, auriculares para la señal de los monitores, incluso tu termo preferido para el té que tienes la manía de beber durante la prueba de sonido.

Siempre que sea posible lleva todo tu equipo contigo, y comprueba que está en perfecto estado de funcionamiento constantemente. Cuando estés de gira o grabando en un estudio no vas a querer encontrarte con sorpresas de última hora.

  1. Practica y aprende en tu estudio casero

Un estudio casero, por modesto que sea, se ha hecho prácticamente imprescindible para cualquiera que quiera desarrollar una carrera musical: poder escucharse a uno mismo es una herramienta a la que no se puede renunciar.

Para alguien que se quiere dedicar a la música profesionalmente puede decirse que el estudio casero es casi una obligación. Una obligación ineludible aún en mayor grado en el caso de los músicos de sesión, por motivos obvios. Y porque, además, si tienes un buen estudio casero, puede entrarte mucho trabajo a distancia: la cantante graba en Buenos Aires, el baterista en México, la bajista en Boston, el guitarrista en Madrid, el tecladista y productor dirige el proyecto desde su apartamento en Londres y mezcla un amigo suyo en un estudio de Nashville. Estas cosas pasan todos los días.

  1. Aprovecha al máximo los ensayos con los demás músicos

Este consejo es sobre todo para los músicos de acompañamiento. Un grupo va a salir de gira y su bajista se rompe la muñeca haciendo patinaje un par de días antes. Te conocen, te han visto tocar o saben de ti por otra persona. Te llaman, tú aceptas la proposición, te pasan un set list y dos álbumes grabados para que vayas aprendiendo las canciones.

Antes de la gira y durante la misma habrá pocas ocasiones de ensayar con los demás músicos, bien sea con todos ellos o solo con parte de la banda. Estos ensayos son importantísimos, aprovéchalos al máximo, pues de ellos puede depender que tu actuación en vivo sea la que de ti se espera.

  1. Sé puntual, amable, educado, buen compañero… ¡Sé tú mismo! (pero esto solo si eres amable educado, buen compañero…)

La convivencia en un trailer durante una gira es una prueba verdaderamente dura, y más si va acompañada de pocas horas de sueño en hoteles baratos y comidas rápidas y a deshora. Algo parecido puede decirse de una interminable sesión de grabación, donde hay tomas que habrá que repetir decenas de veces.

En cualquier caso, ser siempre puntual, conservar el buen humor y la amabilidad son imprescindibles, y darán muestra de tu profesionalidad. Lo importante es que el trabajo salga adelante, y ser un buen compañero de trabajo forma parte del trabajo en sí. Ni que decir tiene que un músico de acompañamiento o de sesión a quien se le cuelga el cartel de «problemático» puede tener difícil deshacerse de tal reputación.

  1. Quién puede contratarte como músico de acompañamiento o de sesión

Una parte de lo que podemos entender como «dominar el oficio» consiste, desde luego, en saber quiénes son los que pueden contratarte:

  • Directores musicales, managers y artistas: es decir, gente que se trae un proyecto musical entre manos, bien sea de música en vivo o una grabación.
  • Agentes y supervisores musicales de cine y televisión: para grabar jingles o una versión para una serie, para aparecer en un Late Night Show o tocando sobre un escenario en una película, para grabar una determinada música en un documental. Las opciones son múltiples.
  • Otros: tour managers, otros músicos, responsables de programación de salas de conciertos, estudios de música especializados (cine, publicidad), agencias de organización de eventos, etc.
  1. Cómo conseguir que piensen en ti cuando necesiten un músico de acompañamiento o de sesión

Y ya para terminar, lo más difícil. En realidad, se trata del difícil arte de estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Hacer carrera profesional como músico de acompañamiento y de sesión depende de tu dominio del oficio, pero también de tu habilidad para aprovechar la oportunidad, para lo cual lo primero es estar siempre preparado para decir que sí a la primera oferta que pase por delante de ti.

La práctica totalidad de músicos de acompañamiento y de sesión han comenzado de la misma manera, frecuentando lugares donde la música es lo más importante: salas y bares musicales, estudios de grabación y locales de ensayo, presentaciones de revistas musicales y eventos, comunidades online sobre las guitarras de 12 cuerdas, páginas de Facebook de tal o cual batería, etc. En todos estos lugares y en muchos más puede aparecer la oportunidad que estás esperando, si bien el contacto personal (sea antes o después del contacto online) suele ser mucho más efectivo.

A muchos, «hacer contactos» nos resulta difícil. Pero no nos supone ningún esfuerzo hablar sobre lo bien que suena determinado disco o sobre el excelente guitarrista que acabamos de ver tocar en vivo.

Algo tan sencillo como llevar con nosotros tarjetas de presentación profesional con tu número de teléfono, tu email, tu sitio web y tu foto puede funcionar. Tampoco es una mala idea tener otra tarjeta igual pero con memoria USB con archivos de tus trabajos para cuando el contacto pase a otro nivel.


Por lo demás, lo que mejor hablará de ti como músico de apoyo o de sesión, es que domines tu oficio. Llevar muchas horas de vuelo con tu instrumento, tener un sonido propio, y que hayas practicado eficientemente en tu estudio casero. Además, que tengas siempre tu equipo de referencia preparado, que aproveches los ensayos con los demás músicos, que seas puntual, amable y educado, que frecuentes lugares donde la música sea lo más importante.