Tiempo: es algo de lo que nunca pensamos que tenemos bastante. Nunca parece que haya suficiente tiempo en el día para hacer todo lo que queremos.
Y la verdad es que, como músico, hay muchas cosas que hacer… practicar, grabar, componer, ensayar, mezclar, dar conciertos, promocionarse en redes sociales, enviar emails a tu lista, gestionar tu website, planificar tu agenda de conciertos, encargar merchandising, organizar el lanzamiento de tu álbum, crear vídeos para YouTube, intentar conseguir licenciar tu música, hacer contactos… la lista continúa.
Es fácil pasar días o semanas con la sensación de hacer malabarismos, siempre ocupado, para acabar dándote cuenta de que no has hecho ningún progreso real.
Ya ves, la solución no es hacer más cosas. Necesitas organizar tu tiempo para hacer las cosas que has de hacer, más cosas de las que realmente te acercarán a llevar a cabo tus proyectos y cumplir tus objetivos.
El asunto es que el tiempo es valioso. Cada hora que pasas haciendo algo que no te acerca a finalizar tus proyectos es tiempo perdido.
Así que hoy vamos a repasar algunos pasos que puedes dar en la gestión del tiempo para que tus días sean más productivos.
Haz un análisis del tiempo
Antes de cambiar nada, debes tener una idea de dónde estás ahora mismo. Para eso, haremos un análisis de tu situación actual en cuanto a la gestión del tiempo.
Durante las próximas dos semanas toma nota de todo lo que haces durante el día. Y me refiero a todo. Si haces un descanso durante el ensayo de la banda, anótalo. Si viajas camino de un concierto, anótalo. Si navegas por Facebook en vez de practicar, anótalo también. Quiero que seas meticuloso con los detalles.
Apunta la hora del día en que haces cada tarea y cuánto tiempo dedicas.
Esto te mostrará unas cuantas cosas interesantes:
- Verás cuánto tiempo te ocupan realmente las cosas. A menudo subestimamos lo que se tarda en tareas como revisar el mail o contestar tweets (o el tiempo que perdemos insensatamente navegando por internet).
- Tendrás una visión en retrospectiva de cuánto dedicas a las cosas que finalmente no te hacen avanzar. Este tiempo puede recolocarse en tareas más productivas.
- Empezarás evaluando todo lo que haces. Anotar las cosas y comprometerse con la realidad del papel te hará formularte la pregunta, “¿vale realmente la pena dedicar tiempo a esto?”
Te recomiendo que lo repitas y hagas un análisis de tiempo varias veces al año, quizá cada dos meses. Incluso después de este proceso, es muy fácil volver a los malos hábitos, así que repetirlo es una buena manera de espabilarte y volver a centrarte.
Practica la descarga de ideas
Seamos honestos, es muy fácil quedarse atrapado en los asuntos empresariales o laborales asociados a ser músico. Y a veces todos estos asuntos dando vueltas en tu cabeza hacen realmente difícil centrarse en la creatividad y en tu labor como músico, compositor e intérprete.
Aquí es donde intervienen las descargas de ideas.
Coge una hoja de papel y anota todo lo que está en tu cabeza. Pueden ser cosas que has de hacer (en la música o en tu vida diaria), cualquier cosa que tienes en mente, ideas creativas, listas, y literalmente cualquier cosa que se te pasa por la cabeza.
Ya sé que suena simplón e incluso un poco tonto, pero solo el hecho de escribir las cosas descargará un gran peso de tu mente.
Dejar salir estas ideas en alguna forma tangible te permitirá usar el poder de tu cerebro para lo que realmente importa: la música.
Una vez terminas una descarga de ideas, puedes recuperar las notas y organizarlas en tareas, listas de cosas a hacer y archivar cualquier otra información en el lugar adecuado.
¿Cuál es tu tarea número 1?
Una vez has completado tu análisis de tiempo, es el momento de optimizarlo. La gestión del tiempo consiste en pensar estratégicamente y centrarte en tus tareas más importantes, las que realmente darán resultados tangibles. Para hacer eso, necesitas conocer tus objetivos globales.
Por hacer el ejercicio, intenta pensar en algo tangible y relativamente a mano, como un proyecto en el que estás trabajando. Quizá quieras sacar un álbum, organizar una gira, licenciar tu música o sencillamente conseguir un concierto.
Ahora desglosa ese proyecto en tareas. Pregúntate, “¿cuáles son los pasos que debo dar para hacer esto?”. Estas serán tus tareas prioritarias, que puedes situar en tus listas de tareas diarias.
Haz listas de tareas (pero hazlas bien)
Las listas de tareas son una muy buena cosa. Ayudan a tener una vista de pájaro sobre lo que debe hacerse, y ayudan a tener una sensación de empuje y de que se cumplen las cosas cuando empiezas a poner cruces en la lista.
Pero si no enfocas las listas de tareas de forma correcta, pueden volverse fácilmente contra ti.
La clave es no apuntar cosas sin ton ni son y empezar a escogerlas. Tu reacción natural podría ser empezar con las cosas pequeñas y más fáciles.
En vez de eso, piensa en estas preguntas cuando elabores la lista de tareas:
- ¿Cómo de importante es esta tarea?
- ¿En qué medida me ayudará a completar mi proyecto u objetivo?
- ¿Cuánto tiempo me llevará?
- ¿Cuánta concentración o esfuerzo mental me exigirá?
Pon tu tarea #1 del día en lo más alto de la lista. Subráyala. Pon una estrella al lado. Haz lo que sea para asegurarte de que la haces y no se interponen otras cosas como contestar emails o responder en Twitter. Estas cosas también son importantes, pero es muy fácil verse atrapado por ellas y perder el día. Así es cómo sientes que vas perdiendo impulso.
Conoce tu horario de concentración
Ahora vamos a dar un paso más con esa lista de tareas.
Dale una nueva mirada a tu análisis de tiempo y fíjate a qué horas del día eras más productivo. ¿Se detecta alguna tendencia? ¿Horas en las que hiciste de forma consistente un montón de cosas de tu lista, o en la que te sentías “enchufado”?
Verás cosas como estas, “de 12-15h la mayoría de días hice MUCHAS cosas. Pero entre 18-20h no”. Estos son tus horarios en los que estás más centrado y los que no son tan productivos.
Una vez conoces tus horarios más productivos, puedes asignar a tu tarea #1 esa franja hora y sacarle partido a tu máxima productividad.
Durante este rato, desconecta tu email, tu teléfono, y utiliza ese tiempo al 100%. El mundo no se acabará si no respondes a un mensaje o email de inmediato.
Gestionar tu tiempo requiere un esfuerzo constante, así que repite el sistema tan a menudo como necesites para reforzar esas prácticas de productividad. Eventualmente se convertirán en hábito.
Como nota final, recuerda siempre que este tiempo es tuyo y es extremadamente valioso. Necesitas dedicarte a usarlo para conseguir avances. Otra gente prioriza su tiempo, así que si no te pones a ellos y te centras tú mismo en la buena gestión de tu tiempo, siempre trabajarás a partir de la agenda de otros.